Represión en Venezuela
Maduro consuma su golpe judicial contra la oposición
El TS chavista suspende a tres diputados de la MUD y rebaja su mayoría
La derrota sufrida en 2015 por el chavismo, tras perder las elecciones parlamentarias en Venezuela, no ha resultado fácil de digerir. Por diferentes vías, el presidente Nicolás Maduro y su Gobierno han tratado de impedir que la oposición tome las riendas del Poder Legislativo, el único que podría hacerle frente. Maduro aceptó los resultados públicamente, pero en la práctica busca impedir que la mayoría opositora haga contrapeso a su gestión.
El ardid más reciente fue la impugnación de diez diputaciones (incluida una del propio chavismo en el Estado de Amazonas) ante el Tribunal Supremo de Justicia. La medida la tomaron a sólo horas de finalizar 2015 y con un Poder Judicial que hasta ese día estaba en receso por Año Nuevo. Rápidamente tomaron la decisión: todos los recursos de impugnación fueron aceptados, seis fueron declarados improcedentes y cuatro fueron aceptados, lo que resta tres parlamentarios a la Mesa de la Unidad Democrática y uno al Partido Socialista Unido de Venezuela. En consecuencia, queda suspendido el acto de totalización, adjudicación y proclamación de esas actas de diputado. Con la suspensión de los tres parlamentarios de la MUD por Amazonas, la oposición quedaría con 109 diputados. Está en discusión si el nuevo pleno de la AN mientras se resuelve el asunto es de 163 diputados y sobre esa base se establecen las mayorías, o si permanece en 167 y con cuatro curules (escaños) en suspenso. Expertos consultados por este periódico consideran que, aun con ese escenario, la oposición puede juramentar a sus diputados, pues, de acuerdo al artículo 200 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, los parlamentarios cuentan con inmunidad desde que son proclamados por el Consejo Nacional Electoral y no desde que toman posesión. La oposición, en voz de su secretario ejecutivo, Jesús «Chúo» Torrealba, determinó que más allá de la acción judicial de impedir que tres de sus diputados tomen posesión, el 5 de enero, los 112 que fueron electos el 6 de diciembre irán a la Asamblea Nacional (AN), pues fue el mandato que dio el pueblo a través de los votos. Para ello, invitaron a los seguidores de la oposición a acompañar a los diputados a las puertas de la Asamblea Nacional, mientras que simultáneamente grupos violentos del oficialismo se autoconvocaron a marchar hasta la sede parlamentaria para evitar que un «grupo burgués» dirija el Legislativo.
«Con decisiones como éstas [la de restar diputados a través de la medida del TSJ], la burocracia derrotada genera inestabilidad y zozobra. Al tratar de bloquear la salida electoral a la crisis nacional, la burocracia derrotada promueve la violencia. Por esto decimos a todos los venezolanos, con o sin uniforme, sean del partido que sean, y a toda la comunidad internacional, que con más firmeza que nunca perseveraremos en el camino del cambio pacífico y democrático. Como perdieron por los votos, la burocracia derrotada busca la crispación y la violencia. La Nueva Mayoría Nacional continuará su avance por encima de las provocaciones y de las trampas leguleyas hasta lograr nuestro objetivo: ¡construir una Venezuela con alimentos, con medicinas, sin colas, con democracia, con seguridad, con justicia de verdad y, sobre todo, con paz», dice la MUD en un comunicado.
La decisión del TS se suma a la tomada por Diosdado Cabello, el segundo hombre más poderoso del chavismo, a los pocos días del 6-D, de instalar un parlamento comunal que, a todas luces, buscaría restar competencias a la Asamblea Nacional, a pesar de que jurídicamente no puede hacerlo. Casi como una provocación, el 4 de enero, un día antes de que constitucionalmente se debe instalar la AN, el parlamento comunal abrirá un periodo de sesiones en el Cuartel de la Montaña, lugar de reposo de los restos de Hugo Chávez. La agenda para ese día gira en torno a definir y trazar estrategias para hacer frente a la AN con mayoría opositora. Todo un desafío para la MUD, que debe lidiar en 2016 con la «guerra sucia» del chavismo.
Purgas del chavismo
Como parte de las promesas electorales, Maduro y los que para ese entonces eran los candidatos del oficialismo prometieron lo que debían y lo que no: viviendas, coches, becas y beneficios sociales. Todo eso ha sido usado como chantaje por el revés de las elecciones.
- Vivienda social
Ha suspendido un proyecto de 4 millones de viviendas por que no le apoyaron.
- Licencia de taxis
Ha retirado 10.000 taxis cedidos a unas cooperativas.
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