Nicolás Maduro
Maduro embiste contra Estados Unidos
Anuncia que cobrará por la visa a los norteamericanos que deseen entrar en Venezuela y crea una lista de personas no gratas que incluye a Bush y Cheney
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha protagonizado una nueva embestida contra Estados Unidos, empeorando aún más las complicadas relaciones entre ambos países. El líder chavista anunció el sábado que presentará un nuevo sistema de visados para los estadounidenses por la misma cantidad que Estados Unidos pide dinero a los venezolanos por entrar en Venezuela. Maduro, que dijo responder así «contra injerencias extranjeras», anunció además una propuesta para limitar el número de diplomáticos norteamericanos en territorio venezolano. «Ellos tienen 100 funcionarios, nosotros tenemos 17 allá. Igualdad», clamó el presidente.
Por si fuera poco, informó de la detención de «algunos ciudadanos estadounidenses por espionaje, actividades encubiertas, que intentaban ganarse a la gente en ciudades de la costa venezolana», según señaló durante un discurso multitudinario en Caracas. Entre los detenidos se encontraría un «piloto de origen latino y que llevaba todo tipo de documentación», que fue arrestado en el Estado de Tachira. El mandatario no dio más detalles.
Sobre los visados, Maduro explicó que «cualquiera que quiera venir a trabajar, a jugar en nuestra liga de béisbol o básquet, será bienvenido, pero lamentablemente me obligaron a tomar esta medida. Tendrán que entrar con visa». El visado costará entre 160 y 190 dólares, «lo mismo que cuesta entrar en Estados Unidos», señaló. Funcionarios estadounidenses evitaron responder a este anuncio porque «no tenemos comunicación oficial del Gobierno de Venezuela sobre estos asuntos». Maduro también dijo que prohibirá la entrada al país de norteamericanos, como el ex presidente George W. Bush y su vicepresidente, Dick Cheney –a los que llamó «terroristas»–, el ex director de la CIA, George Tenet; el senador Marco Rubio y los congresistas Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen, los tres de origen cubano que viven en Florida y que son muy críticos con el régimen de Venezuela. A la lista, Maduro añadió al senador cubano del Partido Demócrata Bob Menéndez, también muy crítico con Caracas. Éste decidió contestar ayer al dirigente venezolano cuando instó al presidente Barack Obama a «avanzar rápidamente» en las sanciones contra funcionarios venezolanos por violar los derechos humanos, en el marco de la escalada de tensión bilateral. «El ser sancionado por el régimen de Maduro nunca me disuadirá de alzar la voz contra la ruina causada por su Gobierno. (...). Esta táctica es un intento hueco y transparente para reubicar el foco de atención lejos de sus problemas», reconoció Menéndez.
Maduro justificó que Estados Unidos está detrás de un intento de golpe de Estado en Venezuela. El mandatario no dejó claro cuándo entrarían en vigor estas sanciones, pero lo cierto es que supondrán un nuevo obstáculo para las relaciones diplomáticas entre ambos país, que no intercambian embajadores desde 2010. La reacción de Maduro responde a la decisión de principios de año de Washington de aprobar una ley para denegar visados y congelar activos de funcionarios venezolanos relacionados con abusos de derechos humanos y casos de corrupción.
La congresista de Florida Ileana Ros-Lehtinen admitió que «es un honor que Maduro me prohíba la entrada en Venezuela. Esto es simplemente otro ejemplo de cómo Maduro sigue las órdenes del régimen de Castro e intenta distraer». Díaz-Balart respondió con ironía a la prohibición de viaje: «Siempre he querido viajar a un país corrupto donde no hay democracia [como Venezuela]».
El Papa rechaza la violencia y pide diálogo en el país
El Papa Francisco exhortó ayer a rechazar la violencia en Venezuela al recordar que «está viviendo nuevamente momentos de aguda tensión» y animó a reabrir un diálogo «sincero y constructivo» entre las partes enfrentadas. «Deseo recordar a Venezuela, que está viviendo momentos de aguda tensión. Rezo por las víctimas y en particular por el chico asesinado hace pocos días en San Cristóbal», dijo Francisco tras el rezo dominical del Ángelus. El papa Francisco, que ya ha instado en el pasado en varias ocasiones a la reconciliación en este país, leyó este llamamiento tras recordar también las persecuciones a los cristianos en Siria e Irak.
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