Siria
Mazen Darwish y Yara Bader: «El Estado Islámico es la paloma de la paz comparado con Asad»
Mazen Darwish y Yara Bader, periodistas detenidos por el régimen del dictador, son el fundador y la directora del Centro Sirio de Medios
«Todavía no me creo que esté vivo y en libertad», reconoce el periodista sirio Mazen Darwish, aunque no por ello va a dejar de criticar al régimen de Bachar al Asad. Acaba de salir de una cárcel siria después de tres años y medio y asegura que en su país se libra una cuasi guerra mundial y son los sirios los que pagan el precio. Junto a su mujer, la también periodista Yara Bader, han sido invitados por Reporteros Sin Fronteras (RSF), organización a la que Darwish da las gracias por «salvarle la vida».
–¿Tienen la sensación como periodistas y sirios de que una vez que llegó el Estado Islámico, Asad es «menos malo»?
–Bader: Cualquiera que venga va a ser mejor que el régimen de Asad. Este Gobierno es el responsable de que el EI haya entrado en Siria. Tenemos muchas evidencias de cómo los aviones del Ejército sirio atacan todas partes salvo al EI.
–Darwish: Si se compara al régimen sirio con el Estado Islámico, el EI es una inofensiva niña pequeña. Lo que pasa es que mientras el EI televisa sus muestras de barbarie, que son irrefutables, el régimen de Asad esconde sus actos y merma todo tipo de información y posee una maquinaria de propaganda muy desarrollada. En términos cuantitativos, el régimen de Asad ha cometido muchísimos más crímenes de guerra que el Estado Islámico. Comparando ambos, el EI es la paloma de la paz.
–Ya no se le menciona como dictador, tirano... ¿quizá por presión de Rusia e Irán?
–Darwish: La ética ha desaparecido de este mundo. No se puede dar a elegir al pueblo sirio entre el Estado Islámico o Asad. No se rige por ningún código deontológico. Esto es el caldo de cultivo que puede sacar el extremismo, el terrorismo, el odio racial y sectareo en la sombra. No podemos dar a elegir entre dos males, entre el cólera y el cáncer. Hay que buscar una tercera vía más eficaz y factible. Cualquier pueblo tiene derecho a vivir con dignidad, libertad y seguridad.
–Bader: Cuando el régimen sirio, en febrero de 2012, bombardeó el centro de prensa en Bab Amro, mató a la periodista estadounidense Marie Colvin y al francés Remi Ochlik e hirió a muchos más, pero los medios internacionales no quisieron oírlo. Después, el mundo se indignó con la decapitación de James Foley, pero ya había habido muchos crímenes contra periodistas extranjeros en Siria. Es verdad que el Estado Islámico tiene una mentalidad medieval y son como animales, pero, y ¿qué pasa con las 60.000 fotografías que muestran las torturas y ejecuciones del régimen sirio a decenas de miles de presos políticos? Conocíamos a uno de ellos, colaboraba con el Centro de Medios. Morir bajo tortura es la peor de las muertes. Deseas morirte y no lo alcanzas, es lento y doloroso. Además, aunque el EI sea como los talibán, en Siria tampoco podías leer lo que quisieras. ¡Si hasta el régimen bloqueó Google!
–¿Esperan que se juzgue a Asad por crímenes contra la humanidad?
–Darwish: La impunidad en Siria, Oriente Medio y países tercermundistas está a la orden del día. Desafortunadamente, va a ser muy difícil llevarlo a los tribunales, puesto que vemos que los factores políticos rigen la realidad y ponen al margen a los éticos. Rusia también ha perpetrado crímenes de guerra en Siria. Por tanto, ahora no sólo tiene la necesidad de proteger a Asad, sino de protegerse a ella misma.
–Bader: No sólo hay intereses políticos y económicos. Se quiere lanzar un mensaje al mundo: vivimos en 2016, pero si eres un dictador puedes hacer lo que quieras. Sólo depende de lo poderoso y fuerte que seas. Si Asad va a juicio, hay tantos otros países que han cometido crímenes a los que se debería juzgar... Por eso no interesa y de ahí que se siga matando a periodistas en el mundo. Se cometen crímenes juzgables en Arabia Saudí, Irán, Corea del Norte, etc.
–¿Por qué las conversaciones de Ginebra no llegan a buen puerto?
–Darwish: La casuística de Siria es peculiar, puesto que la guerra en este país no es una guerra civil, no son sirios contra sirios. Son varios actores internacionales. Hay una lucha iraní-saudí, una turcorrusa... Por desgracia, hasta que estos países solventen sus problemas, Siria va a pagar el precio con su sangre. Hay demasiados factores externos, es una guerra cuasimundial.
–¿Qué me dicen de la falta de solidaridad de la UE respecto a Siria?
Darwish: La UE consideraba hasta hace poco la problemática siria como ajena. Sólo se refieren a la cuestión de los refugiados y el riesgo económico que supone, pero la UE está muy equivocada y va a tener cada vez más problemas en su territorio si no se solventa la crisis siria.
–¿Cómo ha vivido, prácticamente desde la cárcel y ahora ya en Berlín la terrible situación de Siria, una crisis que sigue empeorando cada día?
Darwish: Al poco de estallar la revolución me metieron en prisión, donde he estado hasta noviembre. Llevo dos meses en libertad. La situación en Siria es drástica, es dramática, hay muchísimos muertos, es una cuasi guerra mundial, pero se libra en territorio sirio y sólo hay víctimas en un bando: la población siria. Los sirios están bajo el asedio del régimen férreo de Asad, bajo el yugo de los terroristas del Estado Islámico. Viven un calvario continúo. La economía se tambalea, es inestable, las infraestructuras han sido totalmente destruidas. Las mínimas condiciones de vida han desaparecido. Es una calamidad en toda regla. La ONU señala que desde la II Guerra Mundial no se había producido algo así. Es una situación sin parangón.
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