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Un policía muerto y otros dos heridos en la manifestación opositora venezolana
Miles de manifestantes reclaman en la «Toma de Venezuela» la celebración del revocatorio.
El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Néstor Reverol, informó que un oficial de la policía del céntrico estado de Miranda murió y otros dos resultaron heridos cuando intentaban disolver una manifestación de un grupo de opositores al presidente del país, Nicolás Maduro.
El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Néstor Reverol, informó que un oficial de la policía del céntrico estado de Miranda murió y otros dos resultaron heridos cuando intentaban disolver una manifestación de un grupo de opositores al presidente del país, Nicolás Maduro.
Reverol explicó que los funcionarios "procedieron a intentar dispersar la manifestación y, por parte de los manifestantes, se inició un ataque con arma de fuego".
Detalló que el oficial fallecido respondía al nombre de José Alejandro Molina Ramírez y que los dos heridos son uno por arma de fuego y otro por un objeto contundente.
Por estos hechos, indicó el ministro, la fiscalía abrió una investigación y hay dos personas detenidas "por averiguaciones"y bajo custodia de ese cuerpo policial.
Por su parte, la policía de Miranda, entidad gobernada por el opositor Henrique Capriles, informó a través de la red social Twitter que el hecho había tenido lugar en una comunidad llamada San Antonio de Los Altos y que los autores eran "sujetos por identificar".
Por otra parte, Reverol habló de cuatro personas heridas en el municipio San Francisco del estado Zulia (noroeste) por una "mala práctica policial"ante otra movilización opositora.
"Un grupo de personas no identificadas en compañía de funcionarios de la policía del municipio San Francisco accionaron objetos contundentes y armas de fuego", dijo Reverol, que anunció la intervención de ese cuerpo policial y la destitución de su director "para que se someta a las investigaciones"de la fiscalía.
Como consecuencia de esta acción resultaron heridos tres ciudadanos por arma de fuego y uno por objeto contundente, todos fuera de peligro y en condiciones estables, según el titular de Interior y Justicia.
Miles de opositores marcharon hoy en Caracas y en varias ciudades del país en protesta por la suspensión del proceso para la activación de un referendo revocatorio presidencial.
Batalla en las calles
Después del duro golpe que supuso la suspensión del proceso de referéndum revocatorio que la oposición impulsa contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y después de que la Asamblea Nacional votara el martes a favor de abrir un juicio político al mandatario, la batalla está en las calles. Lo que conlleva un grave riesgo de estallido social.
Ayer, miles de venezolanos volvieron a marchar por las ciudades del país en lo que supuso una demostración de fuerza de la oposición, cada vez más cercada por el oficialismo. Incluso antes de salir los primeros rayos del sol se palpaba la tensión. Lo motorizados «rojillos» salieron con sus cornetas a tocar diana, una costumbre de los tiempos de Hugo Chávez, utilizada para despertar a los suyos antes de salir a votar. A su vez, varios encapuchados bloquearon la autopista Francisco Fajardo, punto de encuentro de las marchas en Caracas. Derribaron también una señal de tráfico para obstaculizar el acceso hacia Las Mercedes y Prados del Este, dos de las zonas más acomodadas de la capital.
Sin embargo, en otras partes, como la avenida Francisco de Miranda en Chacao, fueron los propios manifestantes los que cortaron la vía como método de protesta. Además, la Alcaldía cerró diez estaciones de metro para impedir el tránsito de la gente, una táctica que ya utilizó el pasado 1 de septiembre durante la denominada «Toma de Caracas». Como consecuencia, la capital se sumió en un auténtico caos. En la localidad universitaria de Táchira, el movimiento estudiantil se congregó desde primera hora de la mañana. En este mismo escenario, un enfrentamiento entre policías y estudiantes dejó ayer más de 29 heridos. La manifestación, llamada «Toma de Venezuela», fue convocada por la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para el que debía ser el primero de los tres días de recolección de cuatro millones de firmas, último paso antes del referéndum revocatorio con el que la oposición se proponía destituir a Maduro. Pero el proceso quedó suspendido la semana pasada por decisión de tribunales penales regionales que acogieron denuncias de fraude del oficialismo en la primera etapa de recogida de las firmas del 1% del padrón electoral, necesarias para autorizar la etapa siguiente de la recogida propiamente dicha de las firmas.
El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, afirmó que la «Toma de Venezuela» es una movilización a largo plazo que se «extenderá hasta que el Gobierno respete la Constitución». La MUD convocó para este viernes una huelga general de doce horas y una manifestación hacia el palacio presidencial el 3 de noviembre, anunció el secretario ejecutivo, Jesús Torrealba. A través de un comunidado, la patrona venezolana (Fedecámaras) anunció que cada empresa decidirá por separado y con sus respectivos empleados si se suma al paro.
En un intento de aparentar cierto orden, Maduro, convocó una reunión del Consejo de Defensa de la Nación (Codena), integrado por los cinco poderes, para abordar la confrontación política que se ha acentuado en Venezuela en los últimos días. Según el dirigente bolivariano, este encuentro sirvió «para evaluar el golpe parlamentario de la Asamblea Nacional y el plan de diálogo para la paz».
Acusaciones de golpismo
El Codena está integrado por Maduro, el presidente del Parlamento, el opositor Henry Ramos Allup; la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena; la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Gladys Gutiérrez; y el presidente del Consejo Moral Republicano, Manuel Galindo. El Gobierno, explicó Maduro, trabaja en un documento con varias recomendaciones que será revisado por el Codena para que, afirmó, como «auxiliar del jefe de Estado, [este grupo] tome decisiones para encauzar las últimas aventuras de estos sectores que han pretendido desestabilizar Venezuela». Todos los poderes excepto el Legislativo están controlados por el chavismo.
En consecuencia, Allup adelantó que no asistiría a la reunión. «No voy a hacer el papel de tonto en una reunión del Consejo de Defensa Nacional, no voy a asistir a ese teatro, a ese sainete», sentenció desde la manifestación. Gobierno y oposición se acusan mutuamente de golpismo.
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