NASA
El apocalipsis de Obama
El presidente de EE UU firma un decreto para prevenir a la nación de las llamaradas solares y el Pentágono vaticina los graves problemas de las «megaciudades».
El presidente de EE UU firma un decreto para prevenir a la nación de las llamaradas solares y el Pentágono vaticina los graves problemas de las «megaciudades».
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha llegado a decir de sí mismo que es un loco de la ciencia. Hace sólo unos días sorprendió al mundo con su editorial en la página web de la «CNN» sobre sus ambiciones en Marte, y ayer firmó un nuevo decreto para prevenir a la nación contra «acontecimientos espaciales extremos». Entre ellos destacaría una gran erupción solar que podría poner en peligro infraestructuras y tecnologías críticas.
En esta misma línea, lo que más preocuparía al presidente norteamericano, según se desprende de su orden ejecutiva, sería que un fenómeno así podría desactivar una gran parte de la red de energía eléctrica. De esta forma, se provocaría una cascada de fallos que afectarían a servicios fundamentales como el abastecimiento de agua, servicios sanitarios y transporte. «El clima espacial tiene el potencial de afectar y alterar la salud y la seguridad a través de continentes enteros de forma simultánea», se puede leer en la orden del presidente Barack Obama.
A juicio del líder demócrata, los fenómenos meteorológicos espaciales, en forma de erupciones solares, partículas energéticas solares y perturbaciones geomagnéticas, se producen regularmente, y algunas veces se dejan notar en infraestructuras y tecnologías. Entre las mismas, destacaría el GPS (Sistema de Posicionamiento Global, en sus siglas en inglés), los satélites, la aviación y la red eléctrica. Sin embargo, cuando son extremos, pueden resultar catastróficos, según el razonamiento del presidente.
Con esta orden, se abre la puerta a que las distintas agencias federales presenten de forma oficial un plan concreto para predecir y detectar estos acontecimientos interestelares. Asimismo, en 120 días, el departamento de Energía tendrá que presentar un proyecto de protección de perturbaciones electromagnéticas a la red eléctrica.
Fue en el año 1989 cuando al dejar de funcionar un transformador del estado de Nueva Jersey se quedaron sin energía más de seis millones de personas en el país vecino de Canadá, en la provincia de Quebec. Más tarde se descubrió que fue debido a una eyección de plasma solar, es decir, una nube de plasma expulsada por el sol. Una de sus ya casi habituales llamaradas.
De esta forma, el presidente Barack Obama quiere asegurarse de que trabajen juntos los miembros de diferentes agencias, entre las que destacarían la oficina de Política de Ciencia y Tecnología junto con el asistente al presidente de Seguridad Nacional y Contraterrorismo y el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto. Además también les acompañarían los miembros de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Al mismo tiempo, Obama quiere que participe el departamento de Defensa con proyecciones y análisis específcos.
Precisamente, son los militaresdel Pentágono los que examinan, en un vídeo interno, al que ha tenido acceso la publicación «The Intercept», fundada por el periodista Glenn Greenwald, famoso por publicar los secretos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), sobre grandes urbes. En las imágenes del trabajo llamado, «Megaciudades: Futuro Urbano, la Complejidad Emergente», se dibujan ciudades de millones de personas que se asocian para crear laberintos subterráneos. Además, estas megápolis tendrían sus propios códigos sociales y leyes.
Las imágenes, conseguidas por el periodista a través de la Ley de Libertad de Información, no dejan de recordar a las de películas futuristas como «Robocop» o «Rescate en Nueva York», dos taquillazos de los años 80, aunque también tienen cierto parecido con algunos videojuegos. Por otro lado, llama la atención que sirva de entrenamiento para los militares. Tal y como se ha mencionado con anterioridad este vídeo de cinco minutos se utiliza en el centro de estudios de las Operaciones Conjuntas Especiales del Pentágono. Según se relata en el mismo, «las megaciudades son sistemas complejos donde la gente y las estructuras están comprimidas y se han construido muy juntas de manera que desafían el entendimiento de la planificción urbanística y de la doctrina militar», se puede escuchar en el montaje preparado por el Ejército. «Son incubadoras y lanzaderas de adversarios y amenazas híbridas», se añade en el vídeo utilizado a principios de este año en un curso de una lección llamada «La amenaza de Terrorismo Emergente».
Según un informe militar del Ejército realizado en 2014, llama la atención sobre que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos carecen de la preparación suficiente para luchar contra el crimen en las ciudades. Todo ello a pesar de que el Ejército tiene una larga hiztoria de combate urbano. «Nunca ha tratado con un ambiente tan complejo más a llá de sus recursos», se puede leeer en el docuemnto. Además de este informe, se desarrolló otro trabajo en el que se admite que el Ejército no puede operar dentro de una gran ciudad. Todo ello convierte el futuro apocalíptico que vaticinan en toda una amenaza para la seguridad del país.
Ya en el vídeo, se reconoce que hay bombardeos de un nuevo ambiente urbano: «redes criminales», «infraestructuras fuera de lo habitual», «tensiones étnicas y religiosas», «pobreza», «poblados», «crecimiento del desempleo». A la lista de términos que menciona el vídeo le acompañan calles de basura tirada y revueltas entre la Policía y manifestantes.
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