«Próximo objetivo, Al Andalus»

El Estado Islámico asumió ayer a través de un comunicado, con su retórica belicista, la autoría de la masacre de París.

Los atentados de París enardecieron a los yihadistas de todo el mundo, que llenaron las redes de comentarios laudatorios a los autores de la masacre. Incluso, se permitieron anunciar cuáles serán los objetivos contra los que intentarán perpetrar acciones criminales en los próximos tiempos: Roma, Londres, Washington y Al Andalus. Es decir, España en su conjunto, incluidas las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.

Tal y como adelantó LA RAZÓN en su edición del pasado 9 de noviembre, la rama de Al Qaeda Central (AQC), que opera más cerca de nuestro territorio, en el Magreb (AQMI), lanzó recientemente una amenaza en la que anunciaba que «vamos a entrar en Al Andalus».

«Prostitución»

Por su parte, el Estado Islámico asumió ayer, en un comunicado, la autoría de la masacre de París. Con su habitual retórica e invocando a Alá en todo momento, señalan que «en un ataque bendito por los cuales Alá facilitó las causas para el éxito, un grupo fiel de los soldados del Califato, apuntando a la capital de la prostitución y la obscenidad, el portador de la bandera de la Cruz en Europa, París(...) ocho hermanos envueltos en cinturones explosivos y armados con rifles, se dirigieron a sitios elegidos con precisión en el corazón de la capital de Francia, incluyendo el Estadio de Francia durante el partido entre el Cruzado alemán y el equipos francés, donde el tonto de Francia, François Hollande, estaba presente». También atacaron el teatro «Bataclan, donde cientos de apóstatas se habían reunido en una fiesta de la prostitución libertina, y otras áreas en los distritos 10, 11 y 18, de manera coordinada».

«Así París tembló bajo sus pies, y sus calles estaban apretados sobre ellos, y el resultado de los ataques fue la muerte de no menos de 100 cruzados y heridas a más de ellos, y para Alá es todo fue alabanza y gratitud», agrega.

«Dios había otorgado a nuestros hermanos su deseo y les dio lo que querían, porque ellos detonaron sus cinturones en las reuniones de los incrédulos después de quedarse sin municiones. Le pedimos a Ala que les acepte entre los mártires».

«Francia y los que andan en su camino saben que van a permanecer en la parte superior de la lista de objetivos del Estado islámico, y que el olor de la muerte nunca dejará sus narices mientras conducen el convoy de la campaña de los cruzados, y se atreven a maldecir a nuestro Profeta, la paz y las bendiciones de Ala sean con él, y se sienten orgullosos de la lucha contra el Islam en Francia y golpear a los musulmanes en la tierra del Califato con sus aviones, que no ayuda en absoluto en las calles de París y sus callejones podridos».