Turquía
El «yo acuso» de Putin: en el G-20 se financia el yihadismo
La presión emocional de los atentados de París volvió a envolverlo todo ayer durante la última jornada de la Cumbre del G-20 de Antalya. Los líderes de las principales economías del planeta –juntas suponen el 85% del PIB mundial– acordaron estrechar los lazos de cooperación y sentar las bases de una estrategia común para eliminar al Estado Islámico. Al menos eso es lo que reza la declaración oficial hecha pública a la clausura de la cumbre porque, como suele suceder en este tipo de citas internacionales, existen tensiones y puntos de fricción entre los países que pocas veces llegan a los titulares. Una de las excepciones a esta norma la protagonizó ayer Vladimir Putin en su explosiva rueda de prensa poco antes de volver a Moscú. Con la frialdad que caracteriza su estilo, se atrevió ayer a acusar a países presentes en la cumbre de financiar a Daesh el (Estado Islámico), poniendo voz a la gran verdad que nadie se atreve a pronunciar: «La financiación, como hemos sabido, proviene de 40 países, entre ellos varios países del G-20». La alusión a Arabia Saudí y a la anfitriona Turquía, que ha visto cómo pasaban por su territorio miles de combatientes extranjeros camino de la guerra santa en Siria, no pudo ser más directa e hiriente. Informó de que había enseñado a los líderes reunidos en Antalya fotografías y otras pruebas que demuestran la magnitud que alcanza el contrabando de petróleo con el que se financia el Daesh. «Las columnas con los camiones cisterna se extendían por decenas de kilómetros», afirmó. Sin embargo, dosis de realidad de Putin aparte, el papel de sumo sacerdote de la política internacional en la Cumbre del G-20 correspondió al presidente de EE UU. Un simple vistazo a la sala de prensa utilizada por Obama, abarrotada por centenares de periodistas, bastaba para darse cuenta de quién sigue siendo el único actor global imprescindible en esta crisis y en todas las demás. Obama lideró, a pesar de las discrepancias, la acción en común del grupo. La declaración conjunta que apadrinó incluye la cancelación de bienes de los terroristas y la lucha contra los canales de financiación del Estado Islámico. Todo en términos suficientemente vagos para no comprometer a nadie.
Los líderes europeos guardaron un minuto de silencio a las 13:00 horas para honrar a las víctimas de los atentados, en el hotel Regnos de Antalya y estuvieron presentes el presidente español, Mariano Rajoy; la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk; el de la Comisión, Jean-Claude Juncker; el primer ministro británico, David Cameron, y el primer ministro iltaliano, Matteo Renzi. En medio de ellos –y en sustitución del presidente Hollande– estaba el ministro de Asuntos Exteriores francés, Laurent Fabius.
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