¿Qué países no reconocen la votación?

¿Tiene la comunidad internacional posibilidades de presionar a Maduro?

–Los países que han tenido una relación más estrecha con Venezuela como Brasil, Colombia, o Estados Unidos, son países que tienen un rol mucho más importante que aquellos países que han tenido una relación más estrecha por el pretorianismo en auge y caída del Gobierno chavista. Y que pueden tener un papel más determinante: Brasil ha tenido un carácter mucho más crítico. En cambio, en la comunidad internacional son muy aislados los pronunciamientos en caso de acción concretas. Estados Unidos tiene una relación empresarial estrecha con Venezuela, ya no sólo en términos energéticos, sino en cuanto a intercambio de bienes. Pero las políticas siguen siendo muy tibias y hay muchas dudas sobre qué va a hacer el Gobierno de EE UU. Todo depende de la naturaleza de la presión y de los medios que se tengan para ejercerla y en ese caso sería Estados Unidos el país con mayor capacidad de presión si consideramos que Venezuela recibió el año pasado unos 32 mil millones de dólares como producto de la venta de petróleo. De manera que el Gobierno de Maduro se vería en la quiebra total si se decide aplicar un embargo a la venta del crudo venezolano porque perdería la única fuente de ingresos segura y puntual, si tomamos en cuenta que el resto de la producción se destina a países aliados que tienen trato preferencial y muchas veces se les condona la deuda.

¿Cree que Maduro ha conseguido el apoyo que necesitaba en las urnas?

–Los más de siete millones a los que se aspiraba son una cifra poco creíble no sólo por los sondeos de opinión y la dinámica del chavismo y con la no participación de un segmento tan importante como es la oposición y con la baja intención de voto. Todo el proceso ha sido bastante inusual de acuerdo con la tradición electoral ya no del país, pero también del chavismo. También tomando en cuenta el mismo desinterés que ha habido en la menguada base popular del gobierno es difícil que se consigan los votos para destituir una nueva constitución que desmorona la de su antecesor es muy polémico.