Insultos

Trump llama "basura" a una congresista de origen somalí: "Nos los quiero en EEUU, su país apesta"

La representante Ilhan Omar, demócrata por Minnesota y una de las voces más visibles de la comunidad somalí, fue blanco directo de los ataques del presidente. Trump la calificó de “basura” y la acusó de “odiar a todos”

Ilhan Omar y Rashida Tlaib durante una rueda de prensa tras el ataque de Trump/Efe
Ilhan Omar y Rashida Tlaib durante una rueda de prensa tras el ataque de Trump/Efelarazon

El presidente Donald Trump volvió a colocar a la comunidad somalí en el centro de la controversia nacional, al declarar abiertamente que no desea inmigrantes provenientes de Somalia en Estados Unidos. Durante una reunión de gabinete, el mandatario aseguró que los somalíes “no aportan nada” al país y deberían “regresar a donde vinieron y arreglarlo”, declaraciones que inmediatamente provocaron críticas de líderes locales, expertos en migración y miembros del Congreso.

Las afirmaciones de Trump representan uno de sus ataques más contundentes contra la diáspora somalí, asentada principalmente en Minnesota desde la década de 1990. El presidente no hizo distinciones entre ciudadanos naturalizados, residentes legales o solicitantes de asilo. “Su país apesta y no los queremos aquí”, dijo al cierre del encuentro, reiterando descalificaciones que ya había difundido en redes sociales la semana pasada.

Las nuevas declaraciones llegan días después de que la Casa Blanca anunciara la suspensión temporal de todas las decisiones de asilo, tras el asesinato de dos soldados de la Guardia Nacional en Washington. Aunque el sospechoso del ataque es originario de Afganistán, Trump utilizó el episodio para cuestionar la llegada de inmigrantes de otros países, entre ellos Somalia.

El presidente también prometió eliminar las protecciones migratorias temporales para ciertos somalíes, una medida que —según expertos— afectaría a menos de 1.000 personas a nivel nacional, pero que ha generado temor entre familias asentadas en Minnesota desde hace décadas. Abogados y especialistas señalan, además, que la legalidad de tal decisión es dudosa y podría enfrentarse de inmediato en tribunales.

Las declaraciones de Trump se intensificaron después de que el activista conservador Christopher Rufo publicara en City Journal acusaciones no verificadas sobre presuntos desvíos de dinero de programas estatales de Minnesota hacia al-Shabab, un grupo armado vinculado a Al Qaeda en Somalia. Autoridades locales han señalado que, aunque existen investigaciones sobre fraude en programas sociales, no hay evidencia que vincule esos casos con financiamiento a grupos terroristas.

La representante Ilhan Omar, demócrata por Minnesota y una de las voces más visibles de la comunidad somalí, fue blanco directo de los ataques del presidente. Trump la calificó de “basura” y volvió a acusarla de “odiar a todos”, afirmaciones que Omar respondió en redes sociales: “Su obsesión conmigo es inquietante. Espero que reciba la ayuda que claramente necesita”.

Desde Minnesota, la reacción fue rápida. El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, calificó las palabras del presidente como “inmorales” y “contrarias a los valores del país”. Defendió a la comunidad somalí, destacando su papel en la economía local. “Han creado negocios, han generado empleo y han enriquecido el tejido cultural de nuestra ciudad”, dijo. “Vilificar a un grupo entero es ridículo bajo cualquier circunstancia, y el patrón consistente del presidente debería preocuparnos a todos”.

Analistas señalan que estas declaraciones podrían tensar aún más el debate migratorio en un año marcado por polarización política. Para muchos líderes comunitarios, los ataques del presidente no solo distorsionan la realidad de los inmigrantes somalíes, sino que también alimentan la xenofobia en un momento en que la seguridad y la cohesión social deberían ser prioridades nacionales.