Vladímir Putin
Lunes negro en San Petersburgo
Una explosión en el metro de la segunda ciudad rusa deja once muertos y 40 heridos
Una explosión en el metro de la segunda ciudad rusa deja once muertos y 40 heridos.
Caos. Sangre. Humo. Cuerpos sin vida en el suelo. Las redes sociales fueron ayer las primeras en informar de una situación de emergencia en el metro de San Petersburgo. Las imágenes despertaron los peores temores. Poco después la información saltó a los medios de comunicación y empezaron a salir comentarios de las autoridades rusas. Un atentado en el metro de la segunda ciudad más grande de Rusia dejó once muertos y medio centenar de heridos.
El Comité Antiterrorista de Rusia indicó que alrededor de las 14:40 hora local (13:40 en España) un artefacto explotó entre dos céntricas estaciones de metro de San Petersburgo (Sennaya Ploshchad y el Instituto Tecnológico). Cuando se produjo la detonación, el conductor del convoy decidió no detenerse y continuó hasta la siguiente estación, lo que permitió evacuar con mayor rapidez a las víctimas. Según las cámaras de seguridad, uno de los dos sospechosos tiró una mochila con la bomba antes de que se cerraran las puertas. Se informó de un segundo artefacto explosivo que se logró desactivar en la estación de metro de Ploshad Vosstania.
Al comentar lo ocurrido, el presidente ruso, Valdmir Putin, que se encontraba en la antigua capital de los zares para celebrar unas negociaciones con su homólogo bielorruso, Aleksander Lukashenko, no descartó un acto terrorista. Esta misma versión esgrimaron los investigadores rusos. «Los órganos de seguridad y los servicios especiales están trabajando y haciendo todo lo posible para encontrar las causas de lo ocurrido y dar una valoración completa», dijo el líder ruso.
Visita de Putin
Por la noche, el líder del Kremlin visitó la estación de metro donde se produjo el atentado y depositó un ramo de flores en homenaje a las víctimas. A continuación, el líder ruso se reunió con los jefes de los servicios secretos para conocer los últimos datos sobre la investigación. Putin expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y sañaló que se están valorando todas las opciones, incluido el móvil terrorista. «Ya he hablado con el portavoz de nuestros servicios especiales. Están tratando de determinar las causas. Estamos mirando todas las causas posibles, tanto el terrorismo como un crimen común», afirmó el presidente ruso.
Según el líder del partido Rusia Justa, Serguei Mironov, los organizadores del atentado están desafiando al presidente ruso. «Una tragedia terrible ha ocurrido en mi Peterburgo natal. No descarto que los que están detrás de esta acción sangrienta busquen lanzar un desafío al presidente de Rusia, que ese mismo día se encontraba en San Petersburgo. El desafío consiste en debilitar la confianza de los ciudadanos en los órganos del poder y su capacidad de garantizar la seguridad», aseguró Mironov a la agencia RIA Novosti.
Según el politólogo ruso Dmitri Suslov, el atentado en San Petersburgo está relacionado con la intervención rusa en Siria. «El atentado, sin duda alguna, está relacionado con la participación de Rusia en la campaña siria y su actuación contra los terroristas en el Oriente Medio, tanto en Siria, como fuera de sus fronteras», opina. Suslov está convencido de que la hora y el lugar del ataque no son casuales. «Es una señal salvaje que manda el terrorismo internacional sobre su intención de continuar con su lucha», afirmó antes de añadir que detrás del atentado estaría el Estado Islámico (EI) o el Frente al Nusra.
El presidente de EE UU, Donald Trump, condenó el atentado en San Petersburgo. «Terrible. Una cosa terrible. [Está] pasando en todo el mundo. Absolutamente una cosa terrible», comentó Trump escuetamente al inicio de un almuerzo con el mandatario egipcio, Abdelfatah al Sisi.
Desde hace décadas Rusia vive bajo la amenaza del terrorismo interior que emana principalmente de las llamadas «viudas negras», esposas, hermanas o hijas de insurgentes del Cáucaso Norte fallecidos durante las dos guerras de Chechenia. Uno de los atentados más sonados protagonizados por las mujeres kamikazes en Rusia se produjo en 2010 en el metro de Moscú, cuando murieron 39 personas. Sin embargo, en los últimos años el terrorismo interior ha quedado sustituido por el terrorismo internacional. En octubre de 2015, el EI reivindicó el derribo de un avión ruso en Egipto con 224 pasajeros.
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