Pedro Ruiz
Pedro Ruiz: «Me tiro a mi piscina helada hasta en enero»
Nació en Barcelona sin pelos en la lengua y sigue sin tenerlos. Me encanta charlar con Pedro Ruiz porque sabes que es sincero, que te va a sorprender y a hacer reír... Sólo le queda una asignatura pendiente y es América, pero lo va a conseguir, porque es un artista por descubrir. Dice Pedro que se encuentra en un momento de contemplar desde el margen de la vida. Lleva 14 meses sin ir a un programa de televisión, pero a propósito: «Cuando el río baja sucio, lo mejor es no comparecer mucho». Sin miedos sociales, Ruiz tiene claro que le gusta ser como es, independiente y libre. Jamás habla de su vida privada. No fuma, no bebe, no se droga y no se votaría ni a él mismo. Gracias por ser así, Pedro.
–Acabas de llegar de Miami.
–Sí, me fui de vacaciones. Luego hice 3 o 4 entrevistas en programas locales y les subí la audiencia. Algún día tendré que debutar allí. Ya sabes que América es mi asignatura pendiente. Aquí haré 8 funciones en el Teatro Bellas Artes, de «Uno pequeño y libre», el espectáculo de siempre pero renovado, actualizado y puesto al día.
– ¿Te irías a vivir allí?
–He estado tres veces a punto de debutar en América. He vuelto de Miami para hacer estas funciones y porque en septiembre estreno «Informe para una academia» de Kafka, en versión mía y dirigida por Magüi Mira. Te adelanto un titular, por primera vez en la vida va a cantar Pujol, lo que no va a cantar en la cárcel ni en el Parlamento lo va a cantar en el Teatro Bellas Artes.
–¿Cómo ves el panorama en España?
–Es muy aburrido. A este país le hace falta un diluvio de concordia urgente. Los malos a los jueces y las personas a vivir, cuanto antes.
–¿Quién crees que puede traer esa concordia?
–Una pizca cada uno. Este es un país envenenado y hay que empezar a ponerle miel de manera urgente. Aquí no se puede vivir así.
–¿Nunca has probado de ese veneno?
–Yo lo he padecido, lo padezco... con Franco estuve 12 años impedido de trabajar en la televisión pública, en democracia llevo 20. Que cada uno piense lo que quiera.
–Políticamente nunca te he ubicado...
–Es que no lo estoy, no me votaría ni a mí. No confío en derechas ni en izquierdas, creo en la honradez.
–¿Te has hecho alguna cirugía estética?
–No, ni lo tengo previsto salvo que tuviera un accidente. Todos los días me tiro a mi piscina helada, aunque sea enero y haya nevado.
–¿Si tuvieras que retocarte algo, qué sería?
–Me tocaría un tornillo del cerebro que me valiera para desconectarme durante 4 o 5 horas al día y se me quedara cara de nada.
–¿Te gusta mantener las costumbres?
–Sí, fíjate que sigo escribiendo a mano.
–No tienes tendencia a engordar ni a estropearte.
–Bueno, ya no tengo 25, tengo 67 años. Desnudo gano, por lo menos no pierdo. Mi gran fortuna es la salud.
–¿Eso significa que no crees en la medicina preventiva?
–Si mañana me dicen que tengo una enfermedad mala preguntaría cuánto me queda de bueno. Me iría a la playa y cuando empezara el deterioro, me quitaría de en medio. Creo que el suicidio es muerte de autor.
–¿Cómo lo harías? Es un tema peliagudo...
–Dicen que si te mueres, muérete flojito. Creo que la vida tiene que durar lo que merece la pena que dure. Si te tienes que ir lo mejor es hacerlo dignamente.
–Sin mujer, novia conocida ni hijos. Corre el rumor de que algún día sales del armario.
–Pues si lo tuviese que hacer no me callaría. De momento no me ha dado por ahí.
–¿Por qué no te has casado ni has tenido hijos?
–Uno de mis últimos libros se llama «Al hijo que no tengo» y es que ese siempre ha sido el motivo del final de mis parejas.
–¿Miedo a la responsabilidad?
–No, es que no quiero poner más vidas en manos de estos locos. Me llevo muy bien con los niños, pero no tenerlos es una decisión que tomé casi con 10 años.
–¿En todo has sido igual de precoz?
–No, menos en la eyaculación. Perdí la inocencia muy tarde, a los 18 años. Ella era mayor que yo, le pedí un trato de favor y me dijo que no, que esa era su profesión. Me llevaron unos amigos para gastarme una broma.
–Sigues siendo el soltero de oro...
–De oro nada, siempre digo que soy soltero, que no soy rico. Mi fuerza en la vida es el desapego.
–¿Te gusta estar solo?
–Sí, soy solitario porque no me gustan las fiestas ni los barullos. Considero que son lujos la sinceridad, el silencio y el tiempo.
–¿Qué personaje te gusta más, Pablo Iglesias o Belén Esteban?
–Me gusta Albert Rivera. No le votaría porque no he votado nunca, pero tendría una charla humana con él. No votar es lo más democrático cuando no te gusta nadie. Otros votan, no dicen a quién y sin embargo no se mojan nunca.
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