Barcelona
Pau Roca, el guitarrista indie que ha conquistado a Andrea Levy
La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP y Pau Roca, guitarrista de La Habitación Roja, llevan casi dos meses saliendo.
La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP y Pau Roca, guitarrista de La Habitación Roja, llevan casi dos meses saliendo.
A punto de lanzarse a la carretera para abordar su tercera campaña electoral en menos de un año, Andrea Levy (Barcelona, 1984), habitualmente bastante reacia a hablar de su vida privada, ha decidido no ocultar que mantiene una relación sentimental con Pau Roca, un músico de la escena indie, uno de los géneros musicales favoritos de la dirigente del Partido Popular.
Personas cercanas a la política catalana han confirmado a LA RAZÓN que la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP no piensa ocultar que está saliendo desde hace un tiempo con Pau Roca, guitarrista de La Habitación Roja, un grupo habitual en los festivales de música alternativa. Levy, harta quizá de especulaciones y rumores, ha preferido no desmentir la información a quien le pregunta por ella. No ve necesidad: es soltera y joven. De hecho, reconoce sentirse sorprendida por la doble vara de medir que afecta a los políticos españoles, y que lleva a cuestionar a las mujeres cuando se les conoce uno o varios novios, pero no al revés.
Acabar con los rumores
Y es que, aunque públicamente no se le conoce pareja, la rumorología le ha endosado varios nombres. Entre ellos, el de un famoso articulista que escribe a diario en un periódico de tirada nacional, o el del escritor y profesor universitario catalán Enric Vila. Se da la circunstancia de que con éste último salió hace ya un par de años, no recientemente, y que la relación no cuajó, no porque el literato se declarase independentista, sino porque Levy se trasladó a Madrid para impulsar su carrera política a nivel nacional. Ya entonces tuvo que aclarar que el amor no conoce credos. Lo dejaba claro en una entrevista en «La vanguardia»: «No pienso que para enamorarse haya que tener la misma ideología. Es cierto que unos principios y valores comunes deben existir, pero creo firmemente en que se puede compartir una vida desde puntos de vista diferentes». Buena prueba de ello es su compañera de profesión, Inés Arrimadas, quien, militando en las filas de Ciudadanos, acaba de contraer matrimonio con Xavier Cima, ex diputado de Convergència. Y en una bodega de Jerez de la Frontera, para más inri.
Sin embargo, de entre todas las habladurías sobre su vida personal, sí molestó especialmente a Levy cómo se tergiversó un comentario suyo sobre un compañero en el Congreso, el podemita Miguel Vila. Preguntada por si algún diputado le había llamado físicamente la atención, la política popular respondió con su nombre. Además de ser vapuleada en las redes sociales, tuvo que aguantar un desafortunado comentario de Pablo Iglesias, que le ofreció su despacho «por si querían conocerse». Levy, la imagen tranquila y amable del PP, saltó para calificar el comentario de poco acertado y de mal gusto: «Lo que no puede hacerse es sacar de su contexto un comentario y llevarlo a la tribuna del Congreso en un momento tan importante que requeriría de la seriedad de sus señorías».
Levy, de 32 años, es una mujer muy activa en Twitter, red social en la que comenta no sólo los actos de su formación y la actualidad política, sino también sus idas y venidas por los principales festivales de música de nuestro país. Durante este verano, la política ha aprovechado sus actos de partido durante el día para después relajarse en estos certámenes por la noche. Muy comentada fue su aparición a mediados de julio en el Festival de Benicàssim (Castellón), en el que, además, llegó a coincidir con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también amante de la música alternativa. Levy aprovechó que tenía que reunirse con la dirección provincial del PP de Castellón ese fin de semana para pasarse por el certamen junto con su compañera de filas, la presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig. Juntas bailaron como dos «fibers» más al ritmo de los británicos Muse, Bunnymen y La Habitación Roja, uno de los grupos invitados al FIB. Probablemente entonces ya había saltado la chispa entre la política y el guitarrista.
Después vendría el Sonorama, en Aranda de Duero, también con La Habitación Roja en el cartel, y hace unos días repetía en el MUWI Fest de La Rioja viendo tocar a su chico. Esta última visita sí provocó un aluvión de críticas a Levy, ya que al día siguiente tuvo que cancelar sus compromisos políticos por «problemas de salud». De nuevo Twitter ardió acusándola de sufrir «un resacón de muerte», acusación que la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP desmintió contestando directamente a un tuitero inquisidor: «Ya que veo que te gusta reírte sobre mi salud. Informarte que ha sido una piedra en el riñón, lo que no deseo que te pase», contestó Levy.
Levy es una fan incondicional de la música indie y procura no perderse ningún concierto de grupos como Muse, Bunnymen, La Femme y, por supuesto, La Habitación Roja. Dicen quienes han coincidido con ella en algún certamen que «lo da todo bailando y se deja la voz. Es, además, según sus compañeros de partido, y como se desprende de sus tuits, una mujer con un gran sentido del humor, que reconoce sus «meteduras de pata» y hace chiste de ello. Además, no le importa ser reconocida en público ni tampoco hacerse selfies con quien se lo pide. Como muchos otros jóvenes famosos de su generación, presume de tener varias «playlist» en el portal de música Spotify. Por supuesto, en la lista figuran temas del grupo de Pau y La Habitación Roja, como «Indestructibles», combinadas con canciones más comerciales de Kylie Minogue, Blur o Nirvana. Tampoco esconde su faceta romántica en el ámbito musical. Hace unos días aplaudía con entusiasmo en Twitter la publicación de la anécdota real de la que partió la canción «El 7 de septiembre» de Nacho Cano. «Esta es LA HISTORIA», escribía en mayúsculas, a la vez que acompañaba el texto con un emoticono con corazones en los ojos.
Amante de la literatura
Por su parte, Pau Roca es un hombre discreto, miembro desde sus orígenes, en 1994, de la banda valenciana de pop rock indie La Habitación Roja. LHR es el grupo español que más veces ha tocado en el FIB Heineken. Se trata de un hombre inquieto, despreocupado y amante de la literatura, otra de las aficiones que comparte con su novia. Como buen valenciano, es un apasionado de las mascletàs, a las que califica de «arte puro», y el mezcal (la típica bebida mexicana que, con humor, dice tomar para no caer en el «mal de Moctezuma»). En más de una ocasión, ha confesado que su fuente de inspiración la encuentra en The Smiths «por su expresividad, estética, calidad y originalidad con letras interesantes, con valor en sí mismas y con calidad y musicalidad». «Johnny Marr es uno de mis tres guitarristas favoritos. Me he fijado siempre mucho en él», asegura. Pero, además, el guitarrista es un enamorado de la fotografía. Tiene tres perfiles abiertos en Instagram (pauroca, retrospau y Polaroid440), en los que no cuelga ningún selfie, pero que está repleto de imágenes muy especiales y peculiares de sus giras por España y México, especialmente.
Además, practica natación para mantenerse bien físicamente, ya que considera que «para disfrutar de la vida, hay que estar un poco en forma. La vida en la carretera es muy poco sana, malas posturas, comer fuera y posibilidad de ingerir alcohol».
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