Videos

Salma Hayek: «Mi monstruo, Harvey Weinstein»

La actriz mexicana ha denunciado que fue víctima de abusos sexuales por parte del productor y que llegó a amenazarla de muerte

Salma Hayek
Salma Hayeklarazon

La actriz mexicana ha denunciado que fue víctima de abusos sexuales por parte del productor y que llegó a amenazarla de muerte.

«Harvey Weinstein era un cinéfilo apasionado, un hombre atrevido, un mecenas de la industria del cine, un padre amoroso y un monstruo. Durante años fue mi monstruo». Así comienza la descorazonadora columna, publicada en «The New York Times», con la que Salma Hayek reconoce que sufrió abusos por parte de Weinstein. «Cuando tantas mujeres dieron un paso al frente para describir lo que les hizo Harvey, tuve que enfrentarme a mi cobardía y aceptar que mi historia, aunque fuera tan importante para mí, no era más que una gota en un océano. Me inspiraron aquellas que tuvieron la valentía de decir algo, especialmente en una sociedad que votó por un presidente que fue acusado de acoso y abuso sexual por parte de más de una decena de mujeres y a quien hemos escuchado decir que un hombre en el poder puede hacer lo que quiera con las mujeres», añade.

Hayek, consciente de que era difícil que una actriz mexicana llegara a formar parte de Hollywood, decidió impulsar su carrera inspirándose en Frida Kahlo, un ejemplo de superación. Acordó entonces con el productor rodar una película sobre la vida de la pintora. «Dijo que sí. Estaba emocionada por trabajar con él. No sabía que pronto tendría que decir no: no a abrirle la puerta a cualquier hora de la noche en el hotel; no a bañarme con él, no a dejarlo que me viera ducharme...», relata confirmando lo que otras 83 mujeres han denunciado. «Sus tácticas de persuasión iban desde hablar dulcemente hasta aquella vez que me dijo: ‘‘Te voy a matar’’».

Cuando el productor se convenció de que no se iba a ganar el papel de Frida como él esperaba que lo hiciera, la amenazó con anular la película. «Para él yo era solo un cuerpo», confiesa Hayek. Finalmente, aceptó seguir con el rodaje siempre que accediese a grabar una escena de sexo con Ashley Judd. Ese día sufrió un ataque de ansiedad, «por primera y última vez» en su carrera, y empezó a llorar mientras su cuerpo convulsionaba. «No estaba así porque fuese a estar desnuda con otra mujer, lo estaba porque lo iba a estar para complacer a Weinstein», justifica. Con esta confesión, Hayek espera que su historia sirva para entender «por qué es tan difícil» denunciar y por qué sus compañeras han esperado tanto tiempo antes de hacerlo.