No sin mi camiseta

Incluso a través del móvil se puede controlar la ropa. La temperatura, el ritmo cardiaco y hasta la localización por GPS

Ahora, cuando ningún estudio científico ha podido demostrar que los calcetines compresores, tan de moda entre los runners, tienen algún beneficio. En estos tiempos, en los que un nuevo estudio realizado por la Universidad de Queensland ha probado que correr calzados ha modificado (para peor) la forma de nuestros pies, sólo nos queda una prenda en la cual confiar: la camiseta.

Ya sea para correr, caminar, hacer surf, montañismo o cualquier actividad de ocio, hay dos camisetas que si entretejieran (literalmente) sus avances, nadie se desprendería de ellas.

Por un lado, está la francesa D-Shirt. Fabricada con un tejido conocido como Smart Sensing que está compuesto de pequeños sensores que registran el ritmos cardiaco, la localización mediante GPS, la velocidad, la altura y la ruta completa que se ha realizado. Todos los datos se acumulan en un transmisor (también en la camiseta) y luego, cuando se encuentra a menos de diez metros del smartphone al que está vinculado, envía la información.

Cityzen Sciences, los responsables de la D-Shirt, aseguran que el material del que está hecha es apenas un 30% más caro que las camisetas convencionales y que se pueden agregar sensores que midan los niveles de oxígeno en sangre, de glucosa y están trabajando en un sistema de recarga que trabaja cuando la prenda se introduce en la lavadora.

La otra camiseta dispuesta a revolucionar el mercado llega desde España y se llama Wendu. Es la creación de David Requena y Francisco Javier Navas y el sueño de nuestra infancia (y más reciente aún) cuando poníamos alguna prenda sobre la estufa para calentarla. Wendu se ajusta a los cambios de temperatura (de nuestro cuerpo o del exterior) y puede enfriarse o calentarse, oscilando entre los 15º y los 35º centígrados en cuestión de minutos. Todo esto gracias a un tejido que combina lycra y plata y a una batería de milímetros cuya carga dura cinco días. Por ahora, Wendu es una realidad en Kickstarter y en apenas unas semanas ha recaudado más de 26.000 euros y ya cuenta con socios en Estados Unidos (que están relacionados con el Gobierno y buscan dotar a sectores militares con esta tecnología), Japón, México, Inglaterra y Brasil.

La gran ventaja de esta camiseta es que no sólo se trata de una prenda técnica, también podría ser utilizada en el sector médico, para pacientes en rehabilitación o en laboratorios e instalaciones donde la temperatura no puede ser modificada y los abrigos pesados dificultan las tareas.