Europa

Cataluña

«No creía que la pesadilla de un Otegi lehendakari pudiera venir de la mano del PSOE»

“Cuidado con lo que se siembra, porque quien siembra odio recoge tempestades. Quien mató a mi hermano se atravesó España para matar a un chico con su mujer, que volvía a casa donde esperaban sus tres hijos», señala la candidata del PP al Congreso por Sevilla Teresa Jiménez-Becerril

Teresa Jiménez-Becerril, candidata al Congreso por el Partido Popular / Foto: Manuel Olmedo
Teresa Jiménez-Becerril, candidata al Congreso por el Partido Popular / Foto: Manuel Olmedolarazon

“Cuidado con lo que se siembra, porque quien siembra odio recoge tempestades. Quien mató a mi hermano se atravesó España para matar a un chico con su mujer, que volvía a casa donde esperaban sus tres hijos», señala la candidata del PP al Congreso por Sevilla Teresa Jiménez-Becerril

–¿Por qué está centrando la campaña en barrios desfavorecidos?

–Tengo una honda preocupación por las personas en exclusión social. Sevilla, desgraciadamente, tiene bastantes barrios (desfavorecidos), con problemas de drogas, que son como guetos. Hace falta mucha integración.

–¿Se refiere a la inmigración?

–Es un problema del que no se está hablando esta campaña. Quien dice que nadie puede entrar, miente; y quien dice que todos pueden entrar, miente igualmente. Son populismos ideológicos a ambos lados. La inmigración es buena y necesaria pero debe ser controlada dependiendo también del trabajo, integrando. Si no, tenemos lo que ha pasado en Semana Santa: si (el atentado yihadista) se hubiera llevado a cabo, hubiera sido muy serio y esa persona vivía con nosotros. Pues no estaría tan integrada, porque le hemos dado todas las facilidades pero se había radicalizado y nunca había aceptado nuestra cultura. Es muy importante que quien venga quiera compartir nuestros valores.

–Las encuestas vienen dando un empate técnico entre los dos bloques.

–También hay un enorme bloque de indecisos y mucha gente que no muestra lo que va a hacer. Confío en que nos den un masivo apoyo porque las elecciones se ganan en el centro y el PP está en el centro derecha, sin complejos, con la unidad de España y la Constitución por bandera. Tengo un espíritu conciliador como lo tenía mi hermano Alberto. Como hemos hecho con la Junta ahora, y nos está ayudando a la hora de hablar con el ejemplo. No queremos a Sánchez porque la emergencia es tal que lo primero que tenemos que salvar es a España. Ha sido el socialismo el que se ha echado en brazos de los independentistas, de los amigos de los terroristas.

–¿A Otegi le están haciendo un traje de Mandela a medida?

–Hace muchos años dije que esa pesadilla de un lehendakari tipo Otegi se podía convertir en realidad, lo que no creía que lo iba a hacer de la mano del socialismo. Si yo fuera socialista ahora mismo tendría mucha vergüenza de dar el apoyo a un presidente que se apoya en un tipo como Otegi y éste le dice que va a ser su apoyo estable. O Torra. O los que está en la cárcel. Apelo a los que no se reconocen en el socialismo mientras vuelve a una centralidad que nunca debió haber perdido.

–¿Desde Europa cómo se ve este proceso en el que un político que no estaba en el Congreso pasa a presidente y favorito para las elecciones?

–Estamos en un envite en el que el populismo y el nacionalismo tienen la llave y Sánchez se ha echado en sus brazos. España llegó un momento en que cayó bajísimo, la iban a rescatar. Rajoy dijo «rescate, no» y todos los españoles conseguimos sacar a España adelante con grandes sacrificios, que no quebrara el Estado, que no se interviniera; y se nos respetaba mucho porque 6 de los 10 empleos que se creaban en Europa eran españoles, cuando antes se destruían. Con la moción, han vuelto a ver que volvemos a la época de Zapatero. En Europa están muy preocupados: porque ven catástrofe económica y territorial e identitaria. El socio principal de Sánchez es Iglesias, que apoya a Maduro y no dice palabra de Nicaragua.

–¿Teme un auge del antieuropeísmo en España?

–Viene de la extrema izquierda y la extrema derecha. Quieren una Europa con más competencias nacionales y eso se llama nacionalismo. Y Europa necesita más Europa.

–Objetivamente, son los mejores 50 años de la historia. No estar en guerra es una anormalidad. ¿Europa ha perdido la batalla del relato como España con Cataluña?

–La paz no está garantizada. Hubo dos guerras mundiales y nosotros hemos vivido también una guerra. La Europa del carbón nació para evitar otra guerra. Los niños no pueden olvidarlo. Los jóvenes de un país a otro antes se mataban y ahora se hacen novios, viven juntos, si quieren se casan, con los Erasmus, el Eurorail, y tienen amigos de todos sitios. Todo eso viene de Europa. Hay que tener cuidado con lo que se siembra, porque si sembramos odio podemos recoger tempestades. Quien mató a mi hermano se atravesó España para matar a un chico con su mujer, que volvía a casa donde le esperaban tres niños de 4, 7 y 8 años. Tenemos que educar, educar y educar, que es donde están las claves de todo.

–¿También de la igualdad?

–También de la violencia de género. No hay que quitar pactos. Hay que mejorarlos. A las mujeres no se las protege con ideología sino con leyes. «La violencia de género no existe», ¿pero qué hablan? La mayoría de víctimas son mujeres desgraciadamente. La trata, un 80% son mujeres y niñas. Es importante ver lo que nos une, sin demonizar. No nos une nada con quien quiere romper España.

–Se está refiriendo a Vox indirectamente. En Andalucía han posibilitado la Presidencia de Juanma Moreno.

–El Gobierno andaluz es un buen ejemplo. Se gobierna con Cs pero se hizo una lista de puntos donde nos podíamos encontrar (con Vox). Hay que garantizar la unidad de España y con los partidos que la garanticen vamos a estar más próximos.

–Ahora hasta Susana Díaz va a los toros y le gustan desde pequeña. ¿Efecto Vox?

–Claro. Yo también fui, pero es que he ido siempre. Comprendo que la gente esté muy harta. La política bien hecha es honrosa. Mi hermano me decía que «la política es la vida». Lo que le falta mucho a la política es credibilidad. Ahora todo el mundo se ha apuntado al carro de los toros. Yo respeto a quien no les guste, pero desgraciadamente la izquierda se pasa el día prohibiéndonos todo. Tanto que eran en Mayo del 68 de «prohibido prohibir», que se acuerden de ese eslogan. –¿Abascal a usted que se ha enfrentado a De Juana Chaos la llama «derechita cobarde»?

–Ni él se lo cree. Yo me he llevado 10 años en Europa que cada vez que iba Otegi o uno de estos lo decía: «Que mi hermano no iba a la guerra, que ese tío es un falso hombre de paz, que como pueden traer a un terrorista». Yo he recibido amenazas que lo que menos decían es que me iban a mandar con mi hermano. ¿Derechita cobarde de qué? A nosotros ya nos han matado. Si el PP no defendiera a las víctimas, los valores de Alberto y Ascen, yo no estaría aquí. En el Congreso desde luego le voy a plantar cara a Otegi y se va a enterar ese tío quién soy yo y quiénes son los españoles que respaldan al PP.