Castilla y León
El Banco de Alimentos de Valladolid quiere un reparto de artículos que sea saludable
Su presidente, Jesús Mediavilla, prevé que este año distribuirán tres millones de kilos en la provincia
La nutricionista Margarita Alonso Franch, recuerda en muchos de los artículos que escribe que la alimentación, además de un placer, es una necesidad, pero también un derecho de las personas que tiene que ser suficiente pero también saludable. Ayudar a paliar el hambre de las familias que más lo requieren es el día a día de los bancos de alimentos de España. Y en el caso de Valladolid, además, se trabaja para garantizar que los productos que reciben estas personas son buenos para su salud. De la mano de esta pediatra y nutricionista, el Banco de Alimentos de Valladolid ha elaborado un programa que incluye los catorce alimentos básicos que necesitan ingerir las personas, y especialmente los más pequeños, para tener calidad de vida. Entre ellos se encuentran la leche, cereales y tubérculos, pero también frutas, verduras y hortalizas, que tienen mucha vitaminas y minerales, así como carne y pescado, que aportan proteínas, hierro y ácidos grasos Omega 3.
Y ninguno de estos alimentos le faltará a las personas y familias que más lo necesiten de la provincia de Valladolid, según aseguraba a este periódico el presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, Jesús Mediavilla, quien no deja de agradecer y reconocer la solidaridad de los vallisoletanos, pero a los que anima a seguir colaborando «porque sigue habiendo necesidades». Y es que, según explica, de cara a este año que termina, esta organización repartirá un 40 por ciento más de alimentos que en 2014. Concretamente, calculan que llegarán a los tres millones de kilos de productos, cuando el pasado año distribuyeron 2,2 millones entre unas 21.500 personas, lo que supone una media de 13.000 diarias, y un tercio de estas, niños. Unos datos que contrastan con la percepción existente de que la situación económica ha mejorado. «Los principales indicadores así lo apuntan, pero muchas familias tienen trabajos precarios y sus ingresos no les alcanzan para hacer frente a la luz, el gas o el agua, y nos siguen pidiendo ayuda», advierte Mediavilla, mientras cuenta que el perfil de las personas que atienden responde al de un matrimonio español de unos 45 años y con dos hijos, «a los que les da vergüenza pedir comida que necesitan porque no llegan a final de mes». Los más pequeños de cada casa son la prioridad para el Banco de Alimentos de Valladolid, y por ello demandan leche, pero también y sobre todo cacao y cereales, «para que los niños puedan tener un desayuno más completo». Algo que dice, satisfecho, que están consiguiendo. Igualmente, destaca que este año repartirán tres litros de leche por persona al mes, dos litros más que el pasado año, aunque lejos aún de los ocho de media que se consume en Castilla y León. Contento también por el «paso importante» que ha supuesto el tercer almacén del que disponen desde marzo, compuesto por dos naves anejas de 900 metros cuadrados cada una, donde se centralizan todas las tareas logísticas, de clasificación y distribución de alimentos y se forma también a escolares, se marca ahora como objetivo de cara al próximo año poder repartir a las familias necesitadas alimentos frescos como el pollo y el conejo.
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