Deshielo entre la CUP y Puigdemont

Queda poco más de un mes para la moción de confianza a la que se someterá voluntariamente el president de la Generelitat, Carles Puigdemont, y la CUP parece estar ahora más por la labor de limar las diferencias que de provocar otro cisma .

Queda poco más de un mes para la moción de confianza a la que se someterá voluntariamente el president de la Generelitat, Carles Puigdemont, y la CUP parece estar ahora más por la labor de limar las diferencias que de provocar otro cisma en el sector independentista. La formación anticapitalista y Junts pel Si han tenido varios desencuentros en los últimos tiempos, pero Anna Gabriel pareció que ayer quería fumar la pipa de la paz.

La diputada de la CUP Anna Gabriel reapareció ayer en la escena política y, en una entrevista concedida a TV3, confirmó que su formación y el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, se renirán la última semana de este mes, para limar asperezas, que todavía existen. Según los anticapitalistas, el encuentro debe servir para «redibujar» la hoja de ruta independentista, incluyendo un referéndum unilateral.

Referéndum

«Tenemos ganas de compartir con el president la idoneidad de celebrar un referéndum unilateral. Si encontramos de la mano del president la voluntad y entendimiento en clave de celebración de esta consulta, le apoyaremos», explicó. Falta por ver la respuesta de Puigdemont, que sigue de vacaciones, pero que se ha dejado ver estos días en algunos actos, con «estelades» incluidas.

Siguiendo con su tono más de acercamiento o deshielo, Gabriel señaló que «la voluntad de la CUP es dar continuidad a la legislatura», por lo que su grupo encara la moción de confianza «en positivo y con buenos ojos». Por lo que desprenden estas palabras, lejos quedan los días en los que los anticapitalistas rechazaron apoyar los presupuestos de la Generalitat, lo que provocó una profunda grieta en el independentismo.

Gabriel dejó claro que no tienen ninguna intención de enviar a Puigdemont «a la papelera de la historia». «No hay nada que reprocharle como president, no hay motivos para reprobarle o acabar la legislatura. Pero hay más motivos que nunca para generar una pista de solución al conflicto con el Estado. El referéndum es un buen instrumento para dirimirlo, y estamos a la espera de ver si generamos un terreno de entendimiento», resaltó.

Como también insistió en diferenciar las conversaciones sobre la cuestión de confianza de las que puedan darse sobre los presupuestos de 2017, ya que «son trámites diferentes», a pesar de que «Junts pel Sí o el Govern lo están queriendo vincular».

Y es que la CUP no quiere «bajar el listón» del pleno de la cuestión de confianza, que tiene «trascendencia máxima» al «dibujar o redibujar» los objetivos del Govern, si bien está dispuesta «a hablar de lo que haga falta» y «aprovechará esta reunión y las que se deban suceder para acordar con el Govern estos ejes fundamentales y principios generales que deben guiar los presupuestos», dijo.

Por otro lado, sobre el hecho de que la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, recibiera ayer la notificación oficial del Tribunal Constitucional (TC) que le advierte de posibles responsabilidades penales si se sigue aplicando la hoja de ruta independentista, Gabriel confió, en la misma entrevista, en que «no se llegue a inhabilitar a Forcadell, porque sería una barbaridad jurídica y, más grave aún, política».

De prosperar una “represalia por la vía penal o administrativa· contra la presidenta del Parlament, Gabriel ha considerado que serán “momentos de mostrar solidaridad” e “implicar a otras formaciones que no deberán dudar de ponerse al lado de la democracia y no de un Estado” que, ha lamentado, tiene planteamientos “cerrados y demofóbicos”.