El desafío independentista
El soberanismo busca «una solución» para el referéndum
PDeCAT y ERC intentan hallar el equilibrio para impulsar la autodeterminación sin desoír al Consejo de Garantías y sin descolgar a la CUP.
PDeCAT y ERC intentan hallar el equilibrio para impulsar la autodeterminación sin desoír al Consejo de Garantías y sin descolgar a la CUP.
El proceso soberanista ha hallado un nuevo obstáculo en el camino que, en esta ocasión, no procede de las instituciones estatales, sino de las autonómicas, y los socios soberanistas –en particular el PDeCAT– parecen dispuestos a superar el escollo con alguna elegancia y no a empujones. El Consejo de Garantías Estatutarias (CGE) consideró en un reciente dictamen que el proyecto de presupuestos de la Generalitat no puede instar al Govern a habilitar recursos para organizar un referéndum «contrario» a la Constitución, aunque evitó anular las partidas destinadas a procesos electorales. Ante esta situación, los socios soberanistas se verán esta misma semana para buscar «una solución», en palabras de la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal.
La nueva CDC no quiere proyectar una sensación de que el proyecto soberanista avanza a golpe de desobediencia y, tal y como dice el conseller Josep Rull, busca «cuidar las formas». Esto significa que los neoconvergentes intentarán hilar fino para modificar el redactado de la disposición adicional 31 del proyecto de presupuestos –que insta a al Govern a «habilitar las partidas para garantizar los recursos necesarios en materia de organización y gestión para hacer frente al proceso referendario sobre el futuro político de Cataluña»– y seguir adelante con el referéndum sin actuar a la brava, tal y como reclaman desde la CUP.
Los anticapitalistas exigen al Govern que no haya ningún paso atrás e insisten en que la votación de autodeterminación sólo puede impulsarse incumpliendo la legislación. «Para hacer el referéndum será necesario desobedecer impedimentos, mandatos judiciales o sentencias del Estado, ya que no hay otra manera de hacerlo», subrayó la CUP en un reciente comunicado.
Pero la manera de actuar de la CUP no gusta al PDeCAT porque la considera contraproducente e innecesaria. ERC, como cada vez que hay conflicto entre unos y otros, optó por situarse en un terreno equidistante. «Unos han fijado una posición a un lado y los otros han fijado posición al otro lado. No serviría de nada fijar una tercera posición. Lo que necesitamos es fijar un espacio conjunto», dijo su portavoz, Sergi Sabrià.
La «solución» que busca el PDeCAT, por tanto, no resulta particularmente sencilla. No obstante, los contactos entre los socios de Junts pel Sí ya han comenzado a falta de trasladar las conclusiones a la CUP. Las conversaciones con los antisistema no comenzarán hasta mañana, cuando está previsto que comience el pleno en el Parlament.
El Boletín Oficial del Parlament (BOPC) publicará hoy el dictamen del CGE , lo que dará tres días a los grupos para presentar sus enmiendas. Estos tres días son el margen que tienen JxSí y la CUP para unificar su posición.
El coordinador general del PP catalán, Xavier García Albiol, avisó, por su parte, de que el Gobierno de España recurrirá los Presupuestos de 2017 de la Generalitat si no se cambia el articulado para adaptarlo al dictamen del Consell de Garanties Estatutàries.
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