Embajadas catalanas por toda Europa

El Govern anuncia la creación de cuatro nuevas delegaciones en Copenhague, Varsovia, Zagreb y Ginebra. La Generalitat prevé destinar 5 millones de euros en 2017 para costear sus oficinas y un presupuesto en Exteriores superior a los 30 millones.

Sólo un día después de poner en funcionamiento la «embajada» catalana en Lisboa (Portugal), el Govern anunció ayer la creación de cuatro nuevas delegaciones en Copenhague (Dinamarca), Varsovia (Polonia), Zagreb (Croacia) y Ginebra (Suiza). No hay una fecha concreta para la apertura de las mismas, aunque la intención de la Generalitat es lograr su puesta en marcha antes de junio de 2017, cuando debe expirar la legislatura de la «desconexión».

Con estas cuatro nuevas oficinas, el Govern completa el despliegue diplomático por Europa que comenzó el tripartito con Josep Lluís Carod-Rovira al frente de los asuntos internacionales. Hoy, los tentáculos de la Genera- litat por el viejo continente ya alcanzan Francia, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Austria, Italia y Portugal. A estos países hay que añadir Estados Unidos y, en breve, se sumará Marruecos.

Los esfuerzos de la Generalitat en acción exterior han sido objeto de polémica con frecuencia por dos razones: la usurpación de una competencia de titularidad estatal y el coste. Lo cierto es que el asunto competencial admite argumentos de todo tipo, puesto que el Estatut ampara al Govern para proyectarse en el exterior. Respecto al gasto, es innegable que su aumento ha sido exponencial, ya que en 2012 el presupuesto para las delegaciones de la Generalitat en el exterior era de 1,1 millones. En 2014, se dobló hasta los 2,2 millones y el año pasado la cifra alcanzaba los 3 millones.

El proyecto de presupuestos de 2016 –rechazado por el Parlament– preveía un generoso aumento en este capítulo, ya que se planeaba dotar a las «embajadas» con 5 millones de euros.

El conseller de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia, Raül Romeva, confirmó ayer, tras el anuncio de las cuatro nuevas oficinas, que el presupuesto de 2017 –si es que consigue aprobarse– será semejante al que se redactó en 2016. Y añadió que será imprescindible para que las cuatro nuevas oficinas se pongan en marcha. «Cataluña debe tener una representación a la altura de lo que es como país, con vocación de ser Estado», argumentó el conseller.

Romeva está llamado a ser el conseller más agraciado de los próximos presupuestos, puesto que los anteriores –tumbados por la oposición (CUP incluida)– ya lo contemplaban así. Aquel proyecto nonato preveía que su departamento pasara de 34,4 millones a 50,9 millones (+48%). De estos 50,9 millones, un total de 34,1 iban a dedicarse íntegramente a exteriores, lo que suponía un incremento del 73% respecto a los 19,7 millones que la Generalitat dedicó a esta materia en 2015.

Según Romeva, la nueva delegación de Copenhague servirá para dar cobertura a a los cinco países del Consejo Nórdico (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia). Desde la oficina de Varsovia, el Govern quiere extender su área de influencia a los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania). En Zagreb, la delegación cubrirá los Balcanes (Albania, Bosnia Hercegovina, Croacia, Kosovo, Macedonia, Montenegro y Serbia). Y en Ginebra, la ciudad del mundo con mayor presencia de organismos internacionales, desplegará las relaciones de la Generalitat ante diferentes foros multilaterales.