Teatro
Héctor Alterio lleva el alzhéimer a escena
El veterano actor estrena hoy «El padre» en el Teatre Romea.
El veterano actor estrena hoy «El padre» en el Teatre Romea.
Héctor Alterio vuelve a los escenarios barceloneses y eso ya es de por sí una buena noticia. Lo hace con «El padre», una producción que llega al Teatre Romea de Barcelona. Con 87 años a sus espaldas, el intérprete se atreve con un papel difícil, el de un enfermo de alzhéimer, con un texto que su autor, el reconocido francés Florian Zeller, define como una «farsa trágica». La pieza aterriza en Barcelona después de haber triunfado en ciudades como Londres, Nueva York –protagonizada por Frank Langella– o París, desde que fue estrenada en 2012 en el Théâtre Hébertot de la capital francesa.
«El padre» que se verá ahora en el Romea cuenta con la dirección de José Carlos Plaza, quien considera que el texto teatral «trata un tema tan espinoso como la perdida de la realidad debida a la vejez. Nos coloca en la perspectiva de una mente confusa o, quizá, confundida por los intereses de los que le rodean, nunca lo sabremos».
Desentrañar pensamientos
Alterio, rodeado de los actores y actrices de la obra, aseguró ayer que «El padre» tiene la habilidad de saber «desentrañar algo tan difícil como son los pensamientos de una persona con alzhéimer», además de saber provocar en el público «el silencio, la risa y el llanto». El actor habla con conocimiento de causa porque el montaje ha viajado por numerosas ciudades españolas antes de llegar a la capital catalana.
Las ganas de seguir en el escenario vienen reforzadas por un texto que sorprende, que logra penetrar en el público. Las reacciones que recibe hacen que Héctor Alterio se muestre feliz con «El padre». A este respecto aseguró que «el trabajo de actor puede ser muy repetitivo, se hace la misma representación una y otra vez; sin embargo, en esta obra encuentro algo nuevo cada día, y eso me mantiene vivo».
El actor está en el escenario acompañado de un reparto formado por Ana Labordeta, Luis Rallo, Miguel Hermoso, Zaira Montes y María González. Son ellos quienes viven una suerte de «confusión narrativa», hecho que hace difícil saber qué ocurre realmente. Y eso es debido a que Zeller ha escogido para su historia la mirada distorsionada de su protagonista, del padre enfermo, lo que hace que el espectador pueda introducirse en la mente de quien padece alzhéimer.
En este sentido, Ana Labordeta aseguró que «El padre» tiene una estructura inteligente que no ofrece todas las claves al público sino que «los hechos se van sucediendo sin seguir una disposición lógica o cronológica», lo que permite implicarse hasta las últimas consecuencias en la trama de esta historia.
Todo ello representa una experiencia de introspección y reflexión que, sin embargo, activa y obliga a unir las piezas del rompecabezas, además de producir una catarsis, ya que «pese a ser un tema delicado se aborda desde un punto de vista cómico», lo que provoca la risa y la liberación, según comentó el actor Miguel Hermoso.
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