Junqueras infla la hacienda catalana

La conselleria de Economía incrementa los recursos de la Agencia Tributaria de Cataluña en un 160 por ciento con respecto al pasado ejercicio, lo que supone prácticamente la mitad del presupuesto del departamento.

El Govern ha empezado a dotar de números a su «desconexión» a cargo del dinero público. El vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha presupuestado un incremento del 160 por ciento para la Agencia Tributaria de Catauña, una de las principales estructuras de Estado que el gobierno catalán ha venido perfilando durante los últimos meses. En cifras, pasará a disponer de 35,8 millones de euros a 93,3 millones de euros, es decir, el aumento será de 57,5 millones de euros. Todo ello supondrá tener asignado prácticamente la mitad de los recursos de la conselleria de Economia, que está dotada de 197,3 millones de euros.

De esta manera, Junqueras da un empujón al despliegue de la Hacienda propia para tratar de «asumir los objetivos que se ha marcado el Govern», y que en cualquier caso agotará las competencias que le otorga el Estatuto. Y es que parte del gasto irá destinado a duplicar la plantilla de la Agencia Tributaria –un incremento de 459 empleados públicos hasta los 800– y a pasar de cinco a 19 oficinas territoriales –junto a otras 12 compartidas con entidades locales–. Con todo ello, el número dos del Govern detalló que todos estos mimbres servirán para asumir este año «la gestión directa de los tributos cedidos y la recaudación ejecutiva» de las deudas, hasta ahora ejercida por el Estado.

El vicepresidente de la Generalitat dio a conocer todos estos datos durante el debate a la totalidad de la sección presupuestaria que comanda, que fue la primera de las trece que se tienen que llevar a cabo esta semana. Junqueras consiguió aunar la crítica unánime de toda la oposición en torno a la Agencia Tributaria, que fue el principal punto de discrepancias del orden del día la sesión. Así, la CUP, una formación embarcada en la aventura independentista con el Govern, reprochó a Junqueras que «es tan importante como recapitalizar educación y sanidad».

El diputado de Ciudadanos, Antonio Espinosa, advirtió que todos estos pasos encaminados a potenciar la Agencia Tributaria deben perseguir «mejorar la gestión de los tributos propios y cedidos y combatir el fraude fiscal». «No queremos malgastar recursos para una República Catalana», añadió. Con todo ello, también recordó que sin la colaboración con la agencia estatal no será posible: «No queremos que esté sobredimensionada para que siga gestioando lo qque ya recauda hoy con un presupuestos superior». La diputada del PSC, Alícia Romero, arremetió contra el reconocimiento de la agencia como estructura de Estado y no lo sean las universidades públicas.

Por su parte, el representante de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, criticó la dejadez que ha tenido el Govern con esta institución durante estos años atrás, y se mostró poco optimista: «No creemos que lo que no se ha hecho en cinco años, se haga en unos pocos meses». Finalmente, el diputado del PP, Santi Rodríguez, avisó que la Agencia Tributaria «no puede ser una finalidad en sí misma, sino una herramienta al servicio de la gestión de las finanzas».

Dado que el protagonista del debate era Junqueras –responsable de la negociación de los presupuestos–, la CUP aprovechó para continuar con los reproches a las cuentas. La diputada antisistema, Eulàlia Reguant, avisó al vicepresidente del gobierno catalán que la aprobación de los números dependerá de sus «ganas de hacer». «Por que no se invierte en sectores estratégicos? ¿Economía productiva o economía especulativa? ¿BCN World y aportaciones al Circuit de Cataluña o economía productiva?», planteó.