Huelgas
Los trabajadores de El Prat rechazan la oferta de la Generalitat
Los sindicatos creen que es «insuficiente», aunque someterán mañana a votación una propuesta que sí ha aceptado la empresa Eulen
Los sindicatos creen que es «insuficiente», aunque someterán mañana a votación una propuesta que sí ha aceptado la empresa Eulen
Tras cuatro jornadas de negociaciones, algo se movió ayer en el conflicto laboral que enfrenta a Eulen con sus empleados de los controles de seguridad de El Prat. La Generalitat, árbitro hasta ahora entre las partes, decidió poner una propuesta sobre la mesa a medio camino entre lo que ofrecía Eulen y lo que pedían los sindicatos. La empresa dio su visto bueno; el comité de huelga, no. Pero se comprometió a someterlo mañana a votación entre los trabajadores. Mientras, en el horizonte espera la huelga indefinida prevista para el próximo lunes que podría dejar en un simple ensayo las colas de las últimas dos semanas. En cualquier caso, la empresa se compromete a retirar la demanda si los trabajadores aceptan la propuesta.
Para conseguir este tímido acercamiento, los representantes del Departamento de Trabajo de la Generalitat mantuvieron reuniones separadas entre las partes a la vista de que un acuerdo conjunto se antojaba harto difícil. La propuesta prevé una subida salarial de 200 euros, que supone un incremento medio de un 11,5%. La empresa, por lo tanto, había pasado de ofrecer 25 euros el viernes pasado a los 150 de ahora, mientras que los trabajadores pedían 350. Es decir, pasar de cobrar unos 900 euros a algo más de 1.200, aproximadamente, además de la contratación de un centenar de trabajadores. Esta ampliación de la plantilla conllevaría poder sumar una quinta persona en cada una de las 17 líneas de control y contar con 25 trabajadores más para hacer relevos en cada uno de los tres turnos de trabajo. Los trabajadores denunciaban que para poder ir al lavabo habían tenido que esperar más de tres horas en algunas ocasiones.
Matices
Eulen explicó que acepta y se adhiere a la propuesta con «pequeños matices», con el objetivo, aseguraron, de solucionar la situación «lo antes posible». Añadieron, además, que la propuesta está «muy por encima de lo que la compañía considera admisible» con «desproporcionadas condiciones». Eulen señaló que la aceptación de la propuesta va unida «al cumplimiento de unos objetivos de productividad en el servicio».
Los trabajadores, por su parte, rechazaron la propuesta aunque se comprometieron a llevarla y someterla a votación en la asamblea de mañana. El asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez, dijo que ve posible llegar a un acuerdo con respecto a los temas de organización y plantilla, pero respecto al aspecto económico, «creo que no, lo encuentro difícil». A su juicio, el documento de la Generalitat es «insuficiente», ya que prevé un incremento salarial de «poco más de la mitad» de los 350 euros que reclamaban. Giménez, en cambio, valoró positivamente la propuesta de incremento de personal, que supone un aumento de 25 vigilantes de sustitución y un trabajador más en cada puesto de control.
La de ayer martes es la cuarta reunión entre la empresa de seguridad Eulen, los trabajadores, Aena y la mediación del Departamento de Trabajo de la Generalitat. Sin embargo, se trata de la primera que se hace en un día sin paros convocados en el aeropuerto. Si los trabajadores aceptan la propuesta de la Generalitat, el comité desconvocaría los paros parciales previstos para los días 11 y 13 de agosto y la huelga indefinida a partir del lunes 14.
Entretanto, las aglomeraciones se repitieron ayer en el aeropuerto de El Prat, con colas en los filtros de seguridad que fueron especialmente importantes por la mañana, con tiempos de espera de hasta una hora, a pesar de que hasta el viernes no hay convocados nuevos paros parciales, la huelga de celo hizo el resto.
Presión
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, pidió a Eulen que haga un «esfuerzo adicional» para llegar «lo más rápido posible» a un acuerdo, a la vez que reclamó a los trabajadores que desempeñen su labor con «diligencia» los días en los que no hay paros. «Nadie entendería que en una cuestión que está generando un daño importante a los ciudadanos, y estando tan próximas las negociaciones, se dilatara aún más el proceso, continuando con las molestias a los pasajeros», aseguró De la Serna en un comunicado.
El Síndic de Greuges (defensor del pueblo en Cataluña), Rafael Ribó, ha abierto una investigación de oficio para determinar si el conflicto ha vulnerado los derechos de los viajeros y valorar las actuaciones de las administraciones implicadas. Ribó explicó que quiere «averiguar la responsabilidad del Gobierno español respecto a la posible mala administración y afectación de derechos», ya que se trata de un conflicto laboral relacionado con un servicio público.
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