Mas actúa como jefe de Estado

Acude a una reunión paralela a la cumbre del cambio climático en París, donde matiza que Cataluña actúa como un Estado y no una región en la defensa del clima. Va a un acto en la embajada de EE UU donde al fin coincide con el gobernador de California

Mientras Artur Mas sigue sin tener garantizada su reelección, mantiene el cargo de president de la Generalitat en funciones que ejerce con ínfulas de jefe de Estado. Un año más, no participó en lo actos del Día de la Constitución que el Gobierno celebra en Madrid. En vez de coger el puente aéreo, voló a París, donde Cataluña participa en la Asamblea General de la Alianza Climática de Estados y Regiones, que celebra su reunión en paralelo y en coordinación con la Cumbre del Cambio Climático.

Mas viajó acompañado del conseller del ramo, Santi Vila, el secretario de Asuntos Exteriores y de la Unión Europea de la Generalitat, Roger Albinyana, y el secretario de Asuntos Multilaterales y Europeos, Manuel Manonelles. En París, se encontraron con Martí Anglada, el delegado del gobierno catalán en Francia y Suiza.

Aunque la asamblea en la que participa Cataluña agrupa a «las regiones más desarrolladas del mundo», Mas matizó ayer que como Cataluña se toma «muy en serio» la lucha contra el cambio climático «no actuamos como una región, que podríamos, sino como si fuésemos un estado, no desde el punto de vista legal, pero sí institucional, político y operativo». Presumió de cumplir «de largo» los protocolos de Kyoto y aprovechó para anunciar que su gobierno tiene un proyecto de ley para enviar al Parlament que será pionero en España en la lucha contra el cambio climático.

Mas es firmante del memorando Under2MOU que Cataluña suscribió junto a 11 gobiernos regionales en mayo para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero entre el 80 y el 90 por ciento respecto a los niveles de 1990 de cara a 2050. Fue ayer a París como invitado a la recepción que ofreció la embajadora de Estados Unidos en Francia. Después de dos intentos fallidos para reunirse con el gobernador de California, en dos de los viajes que Mas hizo la pasada legislatura a Estados Unidos, finalmente coincidió con Jerry Brown.

En su último viaje americano para recabar apoyos internacionales al proceso soberanista, una de las citas que más quería destacar la diplomacia catalana era el encuentro de Mas con Brown, el gobernador de California. Pero un imprevisto, el fallecimiento de la hermana del gobernador, obligó al president a cambiar de planes.

El acto más mediático del viaje acabó siendo una conferencia en la Universidad de Columbia con más catalanes expatriados que americanos, organizada por uno de sus economistas de cabecera, el profesor, Xavier Sala i Martí.

El Independent Diplomat, el lobby contratado por la Generalitat por 720.000 euros para dar a conocer el proceso catalán en le mundo no hizo su mejor trabajo. El gobierno de Mas no ha escatimado en gastos en política exterior. Ha retomado la apertura de delegaciones en el exterior. Tras estrenarse en Roma y Viena, prepara la apertura en Portugal, Marruecos y el Vaticano, que exige que los países tengan un «embajador» exclusivamente dedicado a la Santa Sede. Paralelamente ha elaborado una ley catalana de asuntos exteriores, que ha llevado a Francesc Homs a discutirse con Manuel García Margallo. Algunos de sus preceptos han sido recurridos por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional (TC).

Como han hecho otros líderes a su paso por París, Mas rindió homenaje a las víctimas de atentado yihadista en la Sala Bataclan y la plaza de la República. Un día después de que el ministro del Interior, Jorge Fernández, invitara públicamente a CDC a sumarse al pacto antiterrorista, no respondió. Se limitó a censurar al Gobierno por utilizar el tema antiterrorista para la lucha partidista.