Principio de acuerdo entre Mas y Junqueras para una lista única el 27-S

Representantes de organizaciones civiles independentistas liderarán la candidatura.

Hay pocas cosas que no sean excesivas en el proceso soberanista. Lo son los tacticismos, lo son las gesticulaciones, lo son los desgarros internos y lo son las reuniones de sus protagonistas. A las 14:00 horas de ayer, Artur Mas abrió las puertas del Palau de la Generalitat para recibir a los promotores de la independencia con el objetivo de pactar una lista unitaria de soberanistas de cara a las elecciones del 27 de septiembre. Nueve horas después, a las 23:00, acababa una primera reunión donde CDC y ERC sellaron un principio de acuerdo que se puede leer como una victoria para el presidente de la Generalitat. El pacto consistiría en una lista soberanista transversal encabezada por personalidades de la sociedad civil, donde Mas y Oriol Junqueras estarían integrados. La gran sacrificada sería la CUP, cuya línea roja era no integrar a políticos en la candidatura unitaria.

La CUP abandonó el encuentro en el Palau de la Generalitat al cabo de cinco horas para debatir con su secretariado nacional los avances de la negociación. Se quedaron negociando Artur Mas y Oriol Junqueras, cara a cara, aunque a la reunión entraron y salieron cargos de CDC, ERC y también representantes de los soberanistas escindidos de Unió y el PSC.

Al finalizar, hablaron Junqueras y el coordinador general de CDC, Josep Rull, aunque apenas dieron detalles. El presidente de ERC explicó que están dibujando el camino hacia la independencia, más allá de la lista, qué pasos habrá que dar tras el 27-S. Avanzó también que la reunión seguirá esta tarde con las entidades soberanistas, a las que se trasladará este principio de acuerdo, y también con la CUP, que quiere tomar nota de lo que han hablado Mas y Junqueras.

Si la CUP confirma que rechaza la lista unitaria, sería la última víctima del denominado proceso por el derecho a decidir. Comenzaron esta carrera CDC, Unió, ERC, PSC, ICV-EUiA y CUP. De todos ellos, sólo quedan CDC y ERC. Ayer avanzó que hará la guerra independentista por su cuenta, aunque verbalizó un pacto de no agresión con la eventual lista unitaria. Además se comprometió a plantar cara a Podemos, hoy por hoy, una de las principales amenazas al proceso.

Presiones

El principio de acuerdo de Mas y Junqueras hay que entenderlo por la presión que han ejercido en los últimos días las entidades soberanistas –Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y Asociación de Municipios por la Independencia(AMI)– y por el valor que han adquirido las encuestas que aseguran que una lista unitaria independentista lograría más votos que dos o tres por separado, algo que no reflejaban los sondeos hace unos meses.

Pero quedan muchos interrogantes por resolver, entre otros, cuál es la fecha de caducidad de Artur Mas. ¿Se ha comprometido el presidente de la Generalitat con Junqueras a presentarse por última vez el 27 de septiembre? ¿Va a haber elecciones de carácter «constituyente» a continuación de las «plebiscitarias»?

Son tantas las incógnitas que ERC se curó en salud y admitió a través de Twitter que «no hay un acuerdo cerrado» y que tanto los republicanos como los convergentes «exploran cómo definir la fórmula ganadora que concrete los pasos para garantizar la independencia».

Horas antes, Esquerra auguraba que venían días intensos de negociaciones «discretas» para poder sumar a CDC a la propuesta que Òmnium Cultural lanzó hace dos semanas, una lista civil independentista a la que se han ido sumando ERC, la CUP, la Asamblea Nacional Catalana, incluso, Súmate, entidad integrada por inmigrantes que llegaron a Cataluña durante el franquismo y que tiene el castellano como lengua de uso habitual.

La CUP rechazó la semana pasada cumbres para escenificar negociaciones y acuerdos. Pero sin comerlo ni beberlo se vio metida en la reunión que Mas convocó en el Palau. Un encuentro donde CDC se salió con la suya, aunque hasta hoy no se conocerán los detalles. Quedan pocos pero falta otra aparición de las entidades soberanistas.