Carmena abre la valla de la Jefatura de la Policía Municipal

Personas y coches pueden circular dentro del complejo policial desde el jueves. Los agentes denuncian la «tremenda imprudencia»

La apertura al público de ciertos espacios municipales puede ser interpretado como un gesto de «devolver a la ciudadanía las instituciones», una frase muy repetida por Ahora Madrid hace estos días un año, cuando llegaban al Gobierno municipal. Sin embargo, hay lugares en los que no es aconsejable que desaparezca todo tipo de control de seguridad a la entrada. Ocurre con un edificio de la Jefatura de la Policía Municipal de Madrid situado en la Casa de Campo.

El complejo policial, como todos, mantenía unos requisitos mínimos para garantizar la seguridad hasta el pasado jueves, cuando se recibió la orden de dejar la valla abierta de forma indefinida y sin ninguna razón que lo justifique. Ahora, cualquiera puede pasar por allí andando o con su coche. Incluso puede estacionar en el lugar. Quienes trabajan allí, lógicamente, han puesto el grito en el cielo y han tachado de «tremenda imprudencia» la decisión. Así lo denuncia el sindicato mayoritario en el Cuerpo de Policía Municipal, CPPM, que envió el pasado viernes una carta al concejal de Salud, Seguridad y Emergencias del consistorio, Javier Barbero, para instarle a que revocase la orden lo antes posible. «Al asistir a la Mesa de Policía nos hemos enterado que la Avenida Principal ha quedado abierta al tráfico y al público en general. Como sindicato policial que es CPPM y profesionales de la seguridad los que le integramos, le decimos que esa apertura de la calle es totalmente desaconsejada», reza la misiva.

Denuncian también que se han enterado de manera sorpresiva y que nadie da una explicación. «Ni siquiera se ha publicado en la Orden General del Cuerpo», explica el portavoz del sindicato, Julián Leal. En la carta enviada al concejal de Ahora Madrid, a la que ha tenido acceso este diario y de la que no han obtenido respuesta alguna, recuerdan a Barbero y al director general del Cuerpo, Andrés Serrano, que «el edificio que allí se encuentra es la Jefatura de la Policía Municipal de Madrid, que debe estar bien vigilada y custodiada, máxime cuando España se encuentra en un nivel alto de terrorismo yihadista». Y es que desde los atentados al semanario satírico Charlie Hebdó, en enero de 2015, el Ministerio del Interior subió la alerta antiterrorista al nivel 4, el peúltimo.

El sindicato policial considera que la orden no ha partido de ningún mando policial sino que se trata de una decisión política y por eso instan al concejal del área a que «urgente e inmediatamente se corte al público y al tráfico esa calle» y se restablezcan las «medidas de seguridad adecuadas, como corresponde a una jefatura de Policía».

En la carta también recuerdan a Barbero que «cuando esos edificios estaban gestionados por Ifema y no había evento alguno, esa calle también estaba restringida al tráfico y a los peatones».

Por si la petición y su justificación no era del todo clara, el sindicato termina la carta diciendo «me permito repetirle que la Avenida Principal por motivos obvios de seguridad debe ser restringida de forma inmediata», ya que, cada día que pasa, los agentes que desempeñan su labor en este complejo policial acuden a su puesto de trabajo con la sensación de estar jugando a una especie de «ruleta rusa».

El Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) advierte del peligro que supone que alguien pueda aparcar allí su coche sin ningún control pero señalan, además, que los fines de semana que haya algún evento, por ejemplo, en el pabellón Madrid Arena, aquello se puede llenar de riadas de jóvenes que vengan de hacer botellón. «Es incomprensible», insiste Leal. «Si todas las unidades están custodiadas, ¿cómo va a dejar de estarlo la jefatura del Cuerpo?».

«No queríamos sacarlo a la luz porque es un tema muy delicado, sobre todo en estos meses de tanta tensión por la amenaza yihadista, pero al ver que no obtenemos respuesta alguna del concejal y la valla sigue abierta, nos vemos empujados a hacerlo público para que se tomen medidas», explica. «Esperamos que se revoque la decisión y, sobre todo, que no pase nada, porque si no habrá un responsable», sentencia Leal.