Las siete rectificaciones

Sólo hace un mes desde que entró en el Palacio de Cibeles, pero Carmena ya ha tenido que desdecirse en asuntos clave de su programa

Un mes y un día lleva Manuela Carmena en la alcaldía de la capital. Cuatro semanas convulsas en las que la polémica ha sepultado casi por completo el cambio que esbozó en su discurso de investidura. El desencuentro entre la alcaldesa y su delegado de Economía y Hacienda a cuenta de la implantación de la tasa turística y de un impuesto a los bancos por los cajeros que éstos tienen en la vía pública ha sido sólo el último episodio de un mes en el que las rectificaciones se han convertido en una constante.

Los impuestos avanzados por Carlos Sánchez el lunes en la Comisión de Economía sólo aguantaron 24 horas en la agenda de Ahora Madrid. Tras su encuentro con Cristina Cifuentes, Carmena negó estar estudiando la medida: «Rotundamente, no». Carlos Sánchez y Manuela Carmena ya habían mostrado diferencias de criterio antes. Tres días después de su aterrizaje en Cibeles, la alcaldesa descartaba introducir una de las propuestas económicas incluidas en el programa electoral: la articulación de una banca pública. «El programa de Ahora Madrid se fue construyendo poco a poco, se incluyeron muchas sugerencias y cuando asumí la candidatura dije desde un primer momento que lo entendía (el programa) como un conjunto de sugerencias», reconoció entonces. Carlos Sánchez, vinculado con la Plataforma por una Banca Pública, siempre la ha defendido como vía para evitar «burbujas financieras». Precisamente este concejal fue el único del equipo de Gobierno que aseguró que el «fichaje» del sobrino político de Carmena, Luis Cueto, como coordinador general de la alcaldía no era «estético». Este nombramiento, ajustado a la literalidad del reglamento, aunque poco «estético», según el concejal de Ahora Madrid, constituye otro ejemplo del cambio de criterio del partido de Carmena después de que, en campaña, el edil Nacho Murgui criticara «los enchufes» de anteriores equipos de Gobierno. También en la primera semana, Carmena tuvo que matizar su propuesta de crear cooperativas de madres para limpiar los colegios de sus hijos a las pocas horas de formularla. Ante las críticas de las familias, de las asociaciones por la igualdad y de los trabajadores de limpieza, la alcaldesa aclaró que también los padres formarían parte de la iniciativa. Desde entonces, ningún edil ha vuelto a mencionar la iniciativa. Cuestión de horas fue el nombramiento de Guillermo Zapata como portavoz de la comisión de Cultura del Pleno. Tras la polémica de sus tuits antisemitas y de su renuncia como delegado de este área, Ahora Madrid lo situó al frente de esta comisión. El rechazo de la oposición forzó que dejara la portavocía. Y las otras dos rectificaciones conciernen a promesas electorales que se cumplirán sólo a medias. La apertura de los comedores escolares se transformó finalmente en dar continuidad al reparto de comidas creado por Ana Botella, mientras que la paralización inmediata de desahucios ha dado paso al compromiso de buscar una «solución habitacional» para las familias afectadas.