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«Nazis» y «antifas» se disputan Madrid
Dos multitudinarias manifestaciones radicales recorrieron ayer las calles del centro. La Policía evitó encontronazos entre ambos grupos, que salieron «de cacería» al término de las marchas
Confluían demasiados acontecimientos para que cualquiera que saliera ayer por el centro de la capital, no se topara con alguno y palpara el caos que suponía pasear tranquilamente por la calle. Huelga de metro, conciertos multitudinarios en el estadio Santiago Bernabéu (Bruce Springsteen) y en el Palacio de los Deportes (Manolo García) y manifestaciones de alto riesgo convocadas por grupos de ideologías radicales antagónicas: Hogar Social Madrid y Coordinadora Antifascista.
Todo un cóctel Molotov que hizo salir a la calle a cientos de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional para escoltar a las marchas, la parte más delicada de la jornada, y poder garantizar así el derecho constitucional de reunión y manifestación. Y es que, aunque la Policía trató de negociar con los convocantes los recorridos de las mismas para que trancurrieran lo más alejadas posible una de la otra, el colectivo neonazi Hogar Social no cedió y quiso terminar en la plaza del Dos de Mayo. Aunque en ningún momento se cruzaban los recorridos de las marchas, el riesgo de encontronazos entre ambos grupos era alto. Las dos manifestaciones fueron comunicadas a la Delegación del Gobierno, según una portavoz de la instititución, por lo que ambas se llevaron a cabo.
Puede que los neonazis de Hogar Social no escogieran la fecha de ayer al azar. Por tres razones, fuentes policiales tacharon la marcha ultraderechista de «provocación» –o, al menos, sabían que así lo interpretarían los colectivos antifascistas– porque justo ayer hacía exactamente 21 años que «Richard», un militante del antifascismo madrileño, fue asesinado en Alcorcón. Entonces se convirtió en uno de los «héroes caídos» y la efeméride no iba a pasar inadvertida en el movimiento «antifa».
También ayer se celebraban en otras capitales europeas manifestaciones de grupos neonazis en Roma (Casapound Italia), Atenas (Amanecer Dorado) y Budapest (Alternativ Europa). El último punto «provocador» de Hogar Social y que más problemas podía crear fue terminar su marcha en la plaza del Dos de Mayo de Malasaña, un barrio que destaca precisamente por su multiculturalidad.
De hecho, tanto el Ayuntamiento de Madrid como las asociaciones de vecinos del barrio y la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado pidieron a la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, que no permitiera esta manifestación. Sin embargo, al carecer el lema de la manifestación («Defiende España. Defiende a tu gente») de incitación al odio, no había argumentos policiales para prohibirla y, de hacerlo, la convocante –Melisa Domínguez Ruiz, portavoz de Hogar Social– recurriría a los tribunales y éstos permitirían finalmente llevarla a cabo.
Pero que el lema no fuera «nazi» no quiere decir que la manifestación, finalmente, no lo fuera. Hogar Social comenzó sin mucha fuerza pero finalmente consiguió reunir a unos 2.000 asistentes, según fuentes policiales. Comenzaron a las 18:00 horas en la Plaza de España y ya arrancaron «tropezando». Mientras los organizadores repartían banderas de España y del colectivo, un conocido indigente madrileño (muy activo en las redes sociales) se puso delante de la cabecera de la manifestación con un cartel en el que ponía «Fuera los nazis de nuestros barrios. El nazismo se cura con más educación». La Policía le retiró del lugar para que diera comienzo la manifestación, que, a los pocos metros, a su paso por Gran Vía, volvió a sufrir otro contratiempo. Algún vecino, molesto con la presencia de nazis en el lugar, decidió tirarles huevos desde la ventana. Los agentes, que les protegían para evitar que les agredieran, les aconsejaron no entrar en provocaciones. Sin embargo, ellos gritaban «Españoles, sí; refugiados, no».
A lo largo del recorrido también se toparon con pancartas de los vecinos que protestaban por la legalidad de esta manifestación. «Nazis fuera del barrio. Malasaña para todas», rezaba una pancarta casi al término del recorrido. Curiosamente, el lugar del final de la protesta, la plaza del Dos de Mayo, tenía hasta hace pocos días una pintada contra la delegada del Gobierno en la que ponía «Dancausa» con el símbolo de la esvástica y «PP=HSM», las siglas de Hogar Social Madrid. Ayer, apareció borrada.
Fue en esta plaza donde se vivieron los momentos más tensos del recorrido cuando, tras las palabras de la portavoz del colectivo, comenzaron cánticos como el «Cara al Sol» y saludos nazis. También lanzaron botes de humo con los colores de la bandera de España. Todo ello ante la atónita mirada de vecinos y transeúntes. Y eso a pesar de que las consignas de Hogar Social eran claras: no portar simbología nazi (sólo las banderas que repartirían ellos y nada de camisetas con mensaje) ni hacer cánticos o gestos fascistas. La consigna no se cumplió pero no ocurrió nada y la manifestación terminó sin problemas.
Poco después terminó la de «antifascistas», convocada bajo el lema «Madrid para todas. Madrid no es Hogar para nazis», y que nació como «contramanifestación» a la convocatoria nazi. Comenzó a las 19:00 horas en Atocha y fue más multitudinaria que la neonazi (unas 2.500 personas, según las mismas fuentes). Sus cánticos fueron: «Madrid será la tumba del fascismo», «Hogar Social, Hogar criminal» o «Nativa o extranjera, la misma clase obrera». Los manifestantes, que también tiraron botes de humo llegaron a la Puerta del Sol, disolvieron sin problema.
No obstante, el preocupación policial comenzaba ahí, a eso de las 21:00 horas. Los agentes de la Brigada de Información, expertos en estos grupos radicales, tenían la misión de detectar posibles «cacerías» entre nazis y «antifas» por las calles del centro. Es decir, era al término de la manifestación cuando los más violentos (no necesariamente los que habían participado en la manifestación) podían buscar a los del signo contrario. Afortunadamente, al cierre de esta edición no se había producido ningún altercado a destacar.
Ahora Madrid abre otro frente contra Dancausa
Entre las reacciones a la manifestación de Hogar Social Madrid destacó el tuit del perfil del partido de Manuela Carmena (Ahora Madrid), que incluía una foto manipulada de la pancarta que abría la marcha. En ella, el colectivo de ultraderecha sostienen un cartel que dice «Gracias, Concha». Ahora Madrid acusaba así a la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, de connivencia con los cánticos xenófobos de la marcha.
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