Administración Pública
Del Cura dio un «proyecto fantasma» a la hija de una concejala
El líder de IU Rivas, Pedro del Cura, logró que se le hiciera un contrato en el Ayuntamiento de la localidad a la hija de la concejala de Hacienda para que llevara a cabo «microproyectos sociales en los barrios» dentro del Área de Acción Social, Igualdad y Participación, departamento que él dirigía.
De esta forma, María Eugenia Sánchez Reboiro, hija de la entonces responsable de Economía, Hacienda y Organización, Ana María del Carmen Reboiro Muñoz, resultó beneficiaria de un contrato «por obra o servicio determinado, con la denominación Técnico Medio de Gestión, asimilado al subgrupo A2». Dicho contrato, aún en vigor, comenzó el 6 de junio del 2013 y concluirá el 5 de junio de 2014, según una resolución del Ayuntamiento de Rivas del pasado 5 de junio.
Además, la fecha de finalización de contrato «debe considerarse de carácter orientativo ya que la fecha real de finalización será la del tiempo exigido para la realización de la obra o servicio determinado», según se especifica en el mismo texto. El contrato se hizo «a tiempo completo» y se matiza que, «aunque limitado en el tiempo, es en principio de duración determinada».
María Eugenia Sánchez cobraría, según las tablas salariales de personas adscritas al consistorio, un sueldo de cerca de 27.000 euros al estar considerada como subgrupo A2.
Sin embargo, los «microproyectos sociales en barrios» del Área de Acción Social no aparecen en las memorias del Ayuntamiento ni en otras fuentes. De hecho, en el buscador de la página oficial del Consistorio especifica que «no se encontraron resultados de la búsqueda con los parámetros introducidos» cuando se consulta «microproyectos sociales».
Sí que existe, del Foro Juvenil del Consistorio, un breve resumen de un curso realizado en 2012 con tres microproyectos sobre «salud, mujer y redes sociales», en el que no aparece el nombre de la implicada.
La Ley de Presupuestos Generales del Estado de 27 de diciembre de 2012 establece que «durante el año 2013 no se procederá a la contratación de personal temporal, ni al nombramiento de personal estatutario temporal o de funcionarios interinos salvo en casos excepcionales y para cubrir necesidades urgentes e inaplazables que se restringirán a los sectores, funciones y categorías profesionales que se consideren prioritarios o que afecten al funcionamiento de los servicios públicos esenciales».
En la resolución municipal en la que se anuncia la contratación de la joven, se argumenta que este proyecto se encuentra entre esas excepciones que establece la norma. Así, y tal y como se cita en en el texto, «la Junta de Gobierno local de 14 de febrero de 2012 definió los servicios esenciales de interés a los servicios públicos, y detalló cuáles son para este Ayuntamiento, entre los que se encuentra el descrito».
Por lo tanto, para las concejalías implicadas es de una «necesidad urgente e inaplazable», o «afecta a los servicios públicos esenciales» la financiación de unos «microproyectos de barrio» inexistentes y que, además, dirige la hija de la antigua concejala de Hacienda.
Crisis de Gobierno
Se da la circunstancia de que tanto Pedro del Cura como Ana María del Carmen Reboiro Muñoz fueron destituidos de sus cargos por el alcalde de la localidad, José Masa, a raíz de la publicación del informe de la Cámara de Cuentas sobre la Empresa Municipal de la Vivienda de Rivas y la correspondiente crisis interna dentro de IU Rivas que se desencadenó.
La evidencia de que las cuentas de la EMV sufrían un desfase de más de 20 millones de euros se cobró su primera víctima en la concejala de Hacienda.
El 3 de diciembre del pasado año, el alcalde anunciaba su salida del Gobierno y su sustitución por Marcos Sanz, hasta entonces responsable de Recursos Humanos en el Ayuntamiento y por lo tanto el ejecutor del contrato de Sánchez Reboiro (como el de todo el personal del Ayuntamiento). Reboiro recibió la notificación de su cese en su propio domicilio, y de manos de una pareja de policías, ya que se encontraba de baja recuperándos de un accidente.
Su salida fue considerada, por la parte más extremista de IU Rivas y cercana a Pedro del Cura, como un intento de Masa de controlar, para poder ocultarlas, las investigaciones que se derivarían del informe de la Cámara de Cuentas.
Tres semanas después, el regidor decidió destituir de todos sus cargos a Pedro del Cura, el número dos en el Ayuntamiento. Del Cura dejó de regentar, por tanto, las responsabilidades de Teniente de Alcalde del Área de Acción Social, Igualdad y Participación con las carteras de Educación, Infancia y Juventud, Participación Ciudadana y Cooperación.
Este cese terminó de desencadenar la guerra abierta dentro de la organización y la convocatoria de un referéndum.
Una carrera política plagada de irregularidades
No es la primera vez que el líder de IU Rivas se ve envuelto en polémicas por sus actuaciones durante su etapa en el Gobierno de la localidad. Tal y como informó LA RAZÓN en noviembre de 2011, Del Cura se proporcionó una plaza de funcionario para toda la vida en el Consistorio ripense mientras estaba en el Gobierno local. Es decir, obtuvo una plaza de funcionario como técnico de Infancia y Juventud mientras desempeñaba el cargo de concejal de Infancia y Juventud. A pesar de que Del Cura era el concejal del área en la que se abrió una convocatoria de plazas, él no se inhibió en el Pleno en el que se dio luz verde al expediente. Desde entonces, tiene asegurada su plaza, ya que nada más conseguir el puesto pidió una excedencia.
En enero de 2014, LA RAZÓN informaba también de que este político tenía unidos dos áticos de protección oficial en la calle José Luis Sampedro del municipio. De esta forma, se había construido de manera ilegal una casa de más de 200 metros cuadrados que le había permitido poner en alquiler una parte de la misma, algo que también está prohibido. A raíz de este caso, LA RAZÓN adelantó también que su padre, su madre, su novia y dos de sus hermanas también disponían de pisos de protección en el municipio. Además, Del Cura firmó las obras con las que uniría su casa cuando era alcalde en funciones (durante unas vacaciones de verano de José Masa) y pidió licencias de obra menor, cuando se trataba de obra mayor, por lo que abonó menos impuestos de los que debía para llevar a cabo el cambio.
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