Ayuntamiento de Madrid
Los vecinos reclaman a Carmena más bolardos y cámaras
Las asociaciones vecinales de Centro se unen para exigir medidas antiterroristas «urgentes» para blindar los accesos a algunos barrios para evitar ataques como los de Barcelona
La coordinadora de agrupa a los vecinos de los Austrias, las Cavas, Chueca, las Letras, Universidad y otras entidades quieren mantener una reunión con la alcaldesa de la ciudad.
Los atentados de Barcelona del pasado 17 de agosto y el reciente llamamiento del Estado Islámico a sus seguidores para que perpetren ataques similares en Madrid –tal y como avanzó este diario este miércoles–, ha llevado a las asociaciones de vecinos del Centro de la capital a reclamar «medidas urgentes» al Ayuntamiento de la capital. La coordinadora de agrupa a los vecinos de los Austrias, las Cavas, Chueca, las Letras, Universidad y otras entidades –como Avecla o La Corrala– quieren mantener una reunión con la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, para participar en la confección de los futuros planes de seguridad que, a su juicio, deben adoptarse para hacer frente a la amenaza yihadista. «Ante los atentados de Barcelona es obvia la necesidad de adoptar medidas estructurales para evitar en lo posible, que se repitan actos de este tipo en las zonas más transitadas por peatones», reconoce el portavoz de la coordinadora Juan Carlos Mora.
Los representantes de los vecinos de Centro quieren plantear medidas al equipo de Ahora Madrid con el objetivo de «eliminar riesgos para la vida humana» pero que, al mismo tiempo, respeten el entorno al ser buena parte del distrito un «entorno urbano de gran valor histórico y monumental, de gran valor simbólico para la ciudad».
En este escenario, plantean tres tipos de medidas. Una de ellas ya se viene implementando en los últimos años: la instalación de bolardos y de barreras físicas. Sin embargo, los vecinos de estos barrios consideran que áun es posible hacer más a la hora de «paliar los riesgos a los que nos vemos sometidos actualmente los vecinos y visitantes de este entorno», tal y como destacan desde la coordinadora de asociaciones. Precisamente para avanzar en este sentido y dotar a de bolardos a aquellos enclaves peatonales o de convivencia del tráfico rodado con los viandantes que sean más sensibles, estas asociaciones están trabajando en la elaboración del borrador de un decreto de accesos al centro de Madrid.
Otro elemento esencial entre las medidas que plantean estas asociaciones pasa por el aumento de la videovigilancia a través de cámaras en determinados puntos. Por último, ponen encima de la mesa que el consistorio incorpore mecanismos de control magnético en el acceso a los barrios que integrarán el Área de Prioridad Residencial (APR) de Centro, cuya entrada en vigor está prevista para el mes de enero 2018. Para esa fecha también está programado el inicio de las obras en la Gran Vía. La reforma de esta calle –que quedaría integrada dentro del APR de Centro y, por lo tanto, reservada a vecinos y trabajadores de la zona– consistirá en la ampliación de las aceras y la eliminación de los bordillos a través de la instalación de una plataforma única. Hasta la fecha, el Gobierno de Carmena no ha informado sobre si lo sucedido en verano en Barcelona ha alterado esos planes al menos en lo que afecta a la instalación de bolardos, no previstos en los primeros bocetos del proyecto que el Ayuntamiento hizo públicos en el mes de mayo.
Jardineras y barreras
Apenas doce horas después de los atentados de Cataluña, en Madrid los cuerpos y fuerzas de seguridad ya habían tomado medidas de seguridad antiterrorista. Desde la madrugada, y coincidiendo con el ataque terrorista en Cambrils, operarios del Ayuntamiento de Madrid comenzaron a blindar los accesos a la Puerta del Sol con jardineras de granito como las que ya se emplearon, por el mismo motivo, las pasadas navidades durante la celebración de la Nochevieja. El dispositivo que corta los accesos a las calles Carmen, Preciados, Arenal, Mayor y Montera a potenciales vehículos terroristas se amplió unos días después al entorno del Palacio Real y la catedral de La Almudena. Además de en la capital, muchos de los municipios madrileños que han celebrado en las últimas semanas sus fiestas patronales también han puesto en marcha medidas de este tipo. Así, Majadahonda, por ejemplo, también puso maceteros de hormigón en su Gran Vía. Alcorcón también ha reforzado la seguridad en sus recintos feriales con la instalación de bolardos y barreras.
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