Operación Púnica
«Marjaliza lo está pasando mal económicamente»
De Pedro: «Mis contratos eran muy pequeñitos»
El supuesto «conseguidor» de la «trama Púnica», el empresario Alejandro de Pedro, sorprendió a la fiscal Anticorrupción Carmen García Cerdá en su declaración del pasado 30 de octubre al referirse a los apuros económicos de David Marjaliza. La representante del Ministerio Público intentaba que el imputado explicase por qué le ofrecía recurrentemente contratos a Marjaliza. «¿Qué iba a sacar usted de decirle a David si le interesa eso? Si no le va ni le viene...». «Somos amigos –se justificó De Pedro–. Yo sé que David lleva tiempo, además, diciéndome que lo está pasando mal económicamente». «¿David lo está pasando mal económicamente? ¿Eso le ha dicho David?», se sorprende la fiscal. De Pedro asiente. «Vale. Me llama mucho la atención, perdone que se lo diga», dice la representante del Ministerio Público (Marjaliza llegó a acumular 9,8 millones de euros entre 2003 y 2011 en Suiza según fuentes de la investigación). «Bueno, le puedo decir el tema...», intenta explicar De Pedro. «No, no hace falta –le corta la fiscal–, si yo conozco ya... Tenemos mucha información de David en la causa».
En esa misma declaración, De Pedro rechazó de forma tajante haber pagado ninguna cantidad por obtener concesiones de instituciones públicas: «Jamás he pagado nada», afirmó al respecto. Sin embargo, y tras admitir que distintos ayuntamientos o comunidades gobernadas por el PP fueron «clientes» de sus empresas, sí reconoció que efectuó trabajos de posicionamiento en internet para la Comunidad de Madrid sin que existiese contrato alguno. Por eso, no presentó las correspondientes facturas, ya que, además, no se le habían abonado los 120.000 euros que se les debían.
Antes de finalizar su comparecencia, quiso dejar claro que no se había «lucrado» con estas adjudicaciones, ya que los contratos que firmaba su empresa eran «de 30, 18, 9 –en referencia a 30.000, 18.000 ó 9.000 euros–, son muy pequeñitos» y que el total de lo facturado ascendían a 700.000 euros, de los que el 80% procedía de empresas privadas.
Sobre los 82.000 euros que fueron incautados en su domicilio en dos chaquetas, los justificó con que era dinero ahorrado que se lo guardaba su suegra y el resto de la venta reciente de un coche. A la pregunta de la fiscal de los motivos por los que no los tenía depositados en un banco, se limitó a contestar: «La familia de mi mujer es así».
«Ayudar con mis contactos»
Al finalizar su declaración, se puso a disposición judicial para «ayudar con mis contactos, con la gente que conozco, para colaborar, a pesar de que sé que me puede acarrear problemas».
El pasado 11 de junio, De Pedro volvió de nuevo ante el juez y esgrimió un informe psicológico para acogerse a su derecho a no declarar. La fiscal pidió la retirada de su pasaporte y le preguntó por sus recientes viajes a Miami, Panamá, Costa Rica, República Dominicana, Colombia. Contestó su abogado al oponerse a la medida cautelar: «Lo que llevó a este señor a marchar al extranjero es la necesidad de buscar trabajo. Esta causa le ha originado unos perjuicios laborales irreparables y su única posibilidad de buscar trabajo es sobrevivir en el extranjero».
«Conseguidor de contratos de Marjaliza»
La fiscal no se anduvo por las ramas en su interrogatorio a De Pedro. «Yo le tengo a usted, por lo que es la investigación, pues le hemos estado escuchando durante un par de meses, como un conseguidor de contratos para David Marjaliza», le espetó. «¿Quién le ofrecía que ofertara a terceros esos contratos?». «Es mi hermano, que trabaja en una constructora, quien me va diciendo por si puedo hacer algo», dijo el empresario.
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