Artur Mas, más cerca del banquillo

La instrucción de la causa contra el ex presidente catalán Artur Mas, la ex consejera Irene Rigau y la ex vicepresidenta Joana Ortega, por la consulta ilegal del 9 de noviembre de 2014, suspendida por el Tribunal Constitucional, ha entrado en su recta final en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Según adelanta hoy LA RAZÓN, el juez entiende que existen indicios de un delito de desobediencia, y puede que de otro de malversación de caudales públicos, aunque esto último no es seguro. A lo largo de estos meses de investigación se han practicado varias testificales y se ha recabado numerosa documentación, pero han sido definitivas las recientes declaraciones de técnicos informáticos que confirmaron que la Generalitat ordenó seguir adelante con el denominado proceso participativo, aunque ya estaba anulado por el TC. Parecía casi imposible que los tres encausados salieran indemnes por una conducta flagrante, a pesar de que el separatismo presionó con tumultos ante el tribunal con escenas impropias de una democracia que obligaron a los jueces a protestar por aquel «ataque directo a su independencia». Mas y el independentismo no entienden que nadie está por encima de la Ley y que la grandeza de una democracia se mide, en parte, por su capacidad para imponer el Estado de Derecho frente a aquellos que están decididos a acabar con lo que representa.