Fiscalía General del Estado
España pierde uno de los baluartes de la Ley
Con la muerte inesperada en Buenos Aires del fiscal general del Estado José Manuel Maza Martín, España pierde no sólo a un sólido y capaz profesional de la Justicia, sino al hombre que, forzado por las circunstancias, ha sabido dar la réplica, siempre desde la Ley y el respeto a los principios constitucionales que conforman nuestra democracia, a quienes pretendían socavar la soberanía nacional, destruir la unidad y conculcar el ordenamiento jurídico. José Manuel Maza fue, ante todo, un jurista, –ingresó en la carrera Judicial en 1975 y en la Fiscal en 1978– pero también un hombre de cultura universal, licenciado en Historia, que no entendía el mundo del Derecho como un ente ajeno al cuerpo social. Esta completa formación, unida a una clara concepción de la independencia de criterio, solo sujeta a las leyes, le permitió afrontar decisiones difíciles, no bien comprendidas por quienes, desde los condicionamientos ideológicos, examinan los comportamientos en función de si favorecen o no a sus intereses. Maza, como magistrado, actuó desde esa libertad de criterio, que nada significa si no está cimentada en el profundo conocimiento profesional, y no tuvo reparo en disentir de la opinión mayoritaria ni de actuar ajeno a cualquier noción de corporativismo. Fue el mismo juez que defendió la inhabilitación de Baltasar Garzón, rechazó la doctrina Botín o defendió la presunción de inocencia de Pablo Iglesias. Descanse en paz¡.
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Pasividad ante la tragedia