Cristianismo
Más mártires cristianos hoy que en los primeros siglos
Francisco rinde homenaje a los creyentes perseguidos coincidiendo con la festividad de San Esteban. En este año, alrededor de 90.000 perdieron la vida en todo el mundo
Francisco rinde homenaje a los creyentes perseguidos coincidiendo con la festividad de San Esteban. En este año, alrededor de 90.000 perdieron la vida en todo el mundo.
La Iglesia guarda siempre un especial recuerdo en estas fechas para los cristianos perseguidos de todo el mundo. Por eso, el Papa Francisco les rindió tributo ayer en la fiesta de San Esteban, uno de los primeros mártires, y rezó el Ángelus desde la ventana del estudio del palacio apostólico. Francisco es muy sensible a la situación que viven miles de ellos en todo el mundo, en concreto en Oriente Medio donde están amenazados de manera permanente por los terroristas islamistas.
En la actualidad, se calcula que cada seis minutos un cristiano es asesinado por su fe en el mundo y que en 2016 perdieron la vida unos 90.000 cristianos en todo el mundo.
«El martirio continúa estando presente en la historia de la Iglesia, desde Esteban hasta nuestros días», explicó el Papa a los fieles congregados en la plaza de San Pedro. Bergoglio señaló que la persecución no es algo del pasado, sino que «también hoy la Iglesia, para dar testimonio de la luz y de la verdad, experimenta en diversos lugares duras persecuciones, hasta la suprema prueba del martirio. ¡Cuántos de nuestros hermanos y hermanas en la fe sufren abusos, violencia y son odiados por su fe en Jesús!», exclamó.
De hecho, en varias ocasiones el obispo de Roma ha comentado que en nuestros días «hay más mártires» que en la Iglesia primitiva y «los primeros siglos», y recordó que «cuando leemos tanta crueldad con los cristianos... Yo os digo: es la misma crueldad que hay hoy con los cristianos, y en número mayor».
Ante esta situación, invitó a «permanecer cercanos a ellos en nuestro afecto, en nuestra oración y también en nuestro clamor», y puso de ejemplo los cristianos en Irak, quienes «celebraron la Navidad en su catedral destruida». De esta manera se refirió Francisco a los cristianos que han estado bajo el dominio del autodenominado Estado Islámico en Alepo durante los últimos años.
«Es un ejemplo de fidelidad al Evangelio. A pesar de las pruebas y peligros, dan testimonio con valentía de su pertenencia a Cristo, y viven el Evangelio trabajando en favor de los últimos, de los que más sufren, haciendo el bien a todos sin distinción. Testimonian, así, la caridad en la verdad», afirmó.
Francisco se preguntó también los motivos por los que el mundo odia a los cristianos, y ofreció a continuación la respuesta: por «la misma razón por la que odió a Jesús, porque Él trajo la luz de Dios y el mundo prefiere las tinieblas para ocultar sus obras malas». En su opinión, «hay una oposición entre la mentalidad del Evangelio y la mentalidad de lo mundano. Seguir a Jesús significa seguir su luz, que se enciende en la noche de Navidad y disipa la oscuridad del mundo».
En este sentido, «el protomártir Esteban, lleno del Espíritu Santo, fue lapidado porque confesó su fe en Jesucristo, Hijo de Dios. El Unigénito que viene al mundo invita a cada creyente a escoger el camino de la luz y de la vida. Este es el significado profundo de su venida a nosotros».
Y es que, según el Centro de Estudios Nuevas Religiones, que sigue la situación de los cristianos perseguidos en todo el mundo, este año fueron asesinados unos 90.000 cristianos. Aunque la cifra continúa siendo muy alarmante, es algo más baja a la de hace dos años cuando se contabilizaron 105.000.
Su director, Massimo Introvigne, explicó a Radio Vaticana que «el 70%, es decir, 63.000, fueron muertos en conflictos tribales en África» y el otro 30%, 27.000, murieron en atentados terroristas, destrucción de villas cristianas o persecuciones del gobierno como en el caso de Corea del Norte».
Pero además de los asesinados también se encuentran los que sufren de diferentes modos el desprecio por el mero hecho de llamarse cristianos. Esta asociación estima que entre 500 y 600 millones de cristianos no pueden profesar la fe en modo totalmente libre. «Sin querer olvidar o disminuir el sufrimiento de los miembros de otras religiones, los cristianos son el grupo religioso más perseguido del mundo», manifestó Introvigne.
Los mismos datos han sido corroborados por Ayuda a la Iglesia Necesitada, que en su Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2016 denuncia que una de cada tres personas vive en un país sin libertad religiosa y que en el 20% de los países se sufren graves violaciones contra la libertad religiosa. Además, ha certificado cómo uno de cada cinco países del mundo ha sufrido ataques islamistas radicales.
Según el análisis realizado y que comprende el periodo de junio de 2014 a junio de 2016, el islam extremista es la principal amenaza y los países donde la persecución es mayor son Afganistán, Arabia Saudí, Corea del Norte, Irak, Nigeria, Siria y Somalia.
Una minoría que podría ser prohibida; por Elizabeth Ruben*
Cuando hablamos de los derechos de las minorías, y especialmente de la comunidad cristiana, debemos tener en cuenta la participación de los cristianos en la liga musulmana y en la campaña de Mohammad Ali Jinnah, que nació con el objetivo de lograr una patria separada para la minoría musulmana, entonces unida en India bajo la ley británica.
En la Asamblea Legislativa de Punjab, el número de miembros hindúes y musulmanes era el mismo. Hasta en dos ocasiones, la resolución de Pakistán terminó en empate. Entonces, Mohammad Ali Jinnah pidió a los cuatro miembros cristianos de la asamblea de Punjab que votaran la resolución de la liga musulmana y, así, votaron a favor de la resolución, aprobada en la asamblea legislativa de Punjab. Por ello, en muchas áreas ahora incluidas en Pakistán, en las que la población musulmana supone el 47% y la cristiana el 4%, se considera que los musulmanes constituyen una mayoría simple con un 51%.
En los primeros años, los cristianos cooperaron totalmente con el Gobierno paquistaní. Sobre todo en áreas como la educación y la salud, en las que las instituciones cristianas prestaron unos servicios que nunca han sido apreciados. Por contra, los cristianos siempre fueron tratados como antipaquistaníes y antiislámicos. Nuestras instituciones fueron arrebatadas por el Gobierno de Bhutto y los que tomaron parte en la construcción de Pakistán fueron considerados como ciudadanos de segunda clase.
Tras la era del General Zia ul Haq hubo un gran alzamiento de elementos radicales islámicos. Los afganos constituyeron un escudo para este levantamiento, apoyados por los gobiernos occidentales y europeos. Aunque fue un movimiento contra Rusia, estos radicales se dividieron en muchos grupos y lucharon según sus agendas islámicas.
Entonces, los gobiernos de Benazir y de Nawaz comenzaron a proporcionar refugio a grupos religiosos que proclamaban abiertamente sus intenciones anticristianas. Ningún gobierno, especialmente el de Nawaz Sharif, los rechazó. Y siempre ayudaron a los talibanes. Entre 1990 y 1993 aprobó las leyes contra las minorías, que ahora se balancean como espadas sobre sus cabezas. Los grupos islámicos se hicieron cada vez más fuertes. Además, las iglesias cristianas no pueden desempeñar su papel en armonía. Están permanentemente amenazadas por los mulás, que proporcionan una educación basada en el odio.
Los gobiernos musulmanes están tratando de suavizar la cara del Islam. Las ONG occidentales y europeas están proporcionando fondos a los fundamentalistas, inconscientes de sus motivaciones, y que se están utilizando en la difusión del terrorismo y en la desestabilización de gobiernos en todo el mundo. Los cristianos que viven en Pakistán necesitan la atención de la ONU y de la Europa liberal, occidental y democrática. De lo contrario, la comunidad cristiana en Pakistán sufrirá seriamente y podría llegar a ser abolida.
*Cristiana paquistaní miembro de la Renaissance Education Foundation
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