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Tres mártires de 1936 ya son beatas

La Catedral de Gerona, llena durante la beatificación en el día de ayer
La Catedral de Gerona, llena durante la beatificación en el día de ayerlarazon

La Catedral de Gerona acogió la beatificación de las tres religiosas, que murieron por su fe

Una vez más, España evidenció ayer que es tierra de santos. La Catedral de Gerona acogió ayer la beatificación de tres monjas asesinadas por odio a la fe en 1936 en una ceremonia en la que participaron más de 2.000 personas provenientes de diversos países del mundo, entre ellos Italia, Guinea, Camerún, Colombia, México o Argentina.

Las tres mártires fueron inscritas en el libro de los beatos en una ceremonia que fue presidida por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, que estuvo acompañado del arzobispo de Valencia, el Cardenal Antonio Cañizares, y por el obispo de la diócesis, Francesc Artigas, además de otros obispos y más de cien sacerdotes.

Las religiosas Fidela Oller, Josefa Monrabal y Facunda Margenat pertenecieron al Instituto de Religiosas de San José de Gerona y se dedicaron a atender a enfermos y necesitados. La primera ejerció su tarea en diversas localidades de la región y Josefa Monrabal estuvo destinada en la propia capital. Ambas fueron martirizadas en el camino de Xeresa (Valencia). Por su parte, Facunda Margenat llevó a cabo su labor en varios municipios del Baix Empordà, entre otros, a pesar de que vivía en Barcelona en el momento del martirio. Todas ellas dieron muestras de su profundo amor al prójimo.

El cardenal aseguró en la homilía que los cristianos son la minoría más perseguida del mundo y subrayó que algunas estadísticas establecen que unos 100.000 cristianos mueren por causa directa o indirecta debido a su fe. Puso de ejemplo a las nuevas beatas, de las que elogió su «valiente» testimonio de vida y las calificó como virtuosas, ejemplares y auténticas portadoras de la caridad de Dios a los enfermos.

El obispo Francesc Pardo recordó recientemente la importancia del acto y su gran significación al afirmar que «para la diócesis de Gerona, acoger esta beatificación es un gozo y un hecho histórico. Lo es tanto por nuestra Iglesia como por el conjunto de la ciudad, en la que el Instituto de Religiosas de San José ha estado siempre tan arraigado».

La beatificación no se redujo sólo a la ceremonia, puesto que desde el viernes se desarrollan diversas actividades que recuerdan su testimonio. El programa se clausura hoy en Gandía (Valencia), donde nació una de ellas, con una misa de acción de gracias. La organización solicitó a los peregrinos inscribirse para participar de los actos y asegurar el buen funcionamiento de los mismos. Con esta medida se han recaudado 7.000 euros, que irán destinados de manera íntegra a Médicos sin Fronteras y Ayuda a la Iglesia Necesitada para ayudar a los afectados por la persecución religiosa en Siria e Irak y por la crisis migratoria en el Mediterráneo.