Acoso escolar
Bullying: Más de 85 niños piden ayuda cada día
El Gobierno reactivará el Observatorio de la Convivencia Escolar, paralizado durante más de dos años, ante las 17.401 llamadas en sólo seis meses al teléfono para denunciar casos de acoso
Son conductas de hostigamiento y maltrato en el centro escolar repetidas que se extienden a lo largo del tiempo. Y no paran de crecer. Se multiplican y se judicializan.
Son conductas de hostigamiento y maltrato en el centro escolar repetidas que se extienden a lo largo del tiempo. Y no paran de crecer. Se multiplican y se judicializan. La Fiscalía General del Estado ya ha alertado, en su memoria de 2016, de un crecimiento del 30 por ciento de casos y de un 63 por ciento de delitos de acoso a menores de 16 años a través de las nuevas tecnologías. Más aún, habla de las «reticencias» de los centros a abrir los protocolos previstos contra el maltrato. «Hay una negación reconocida del acoso en los centros. La Memoria del Defensor del Profesor señala que muchos profesores denuncian la actitud de Inspección, que incluso llega a frenar a los directores en la aplicación de la normativa de convivencia. Los inspectores han llegado al extremo de obligar al director a retractarse ante los padres de la decisión tomada», explica Araceli Oñate, directora del informe Cisneros X sobre acoso y violencia escolar.
Ayer, el Ministerio de Educación facilitó a LA RAZÓN las últimas cifras que demuestran que el acoso escolar en las aulas es un fenómeno imparable. Así, desde que el pasado 1 de noviembre Educación puso en marcha un teléfono específico (900 018 018) para atender este tipo de casos, hasta ayer, ha contabilizado 17.401 llamadas, de las cuales podrían considerarse posibles casos 6.612, lo que equivale a decir que en España cada día más de 32 menores sufren acoso en las aulas y 85 menores llaman pidiendo ayuda. Otro informes, como el realizado por Save The Children, constatan que es un problema que afecta a uno de cada diez alumnos. La convivencia escolar está generando tal preocupación a la comunidad educativa que el Ministerio que dirige Íñigo Méndez de Vigo ha organizado el I Congreso Estatal de Convivencia Escolar que se desarrolla desde hoy y hasta el próximo día 26 de mayo en la localidad de Sigüenza (Guadalajara). Según el Ministerio, «se plantea como una excelente oportunidad para el análisis y la difusión de experiencias educativas de éxito encaminadas a mejorar las relaciones interpersonales y la interacción en el ámbito escolar». De hecho, el último día se pretenden analizar experiencias de éxito y hacer hincapié en el papel que juegan las familias en la educación de los menores para mejorar la convivencia en los centros docentes.
Ahora bien, no todos los métodos para pacificar las aulas funcionan. «Trabajar en convivencia no necesariamente reduce la violencia o el acoso escolar. Son vectores diferentes. A veces ocurre que en las clases se pide a los alumnos que identifiquen al estudiante con el que todos quieren jugar, a los que siempre están solos, al «popular», con quién irías a una excursión...Pero eso no es más que poner una etiqueta, es una forma de victimizar, el único camino es atajar la violencia allá donde se produce, hay que separar la conducta de la persona y calificar ese comportamiento como inaceptable. Y necesitamos tener datos concretos porque lo que no se mide no se puede gestionar», explica Oñate.
Los profesores creen que la conflictividad ha existido siempre en las aulas. Aunque «cada vez se están haciendo más visibles las complejas situaciones que se viven y eso está generando una mayor concienciación social por la denuncia y porque hemos tenido situaciones de tipología extrema que han derivado en agresiones que todos hemos visto en las redes sociales o ha habido algún caso de suicidio que se ha relacionado con situaciones de acoso», explica Nicolás Fernández, presidente del sindicato de profesores ANPE.
Fernández ha solicitado al Ministerio de Educación un Plan Estratégico de Mejora de la Convivencia Escolar que permita detectar de forma precoz los problemas en los centros educativos, instrumentos de prevención y que se trabaje con los alumnos agresores para eliminar sus actitudes antisociales.
El sindicato también ha pedido la reactivación del Observatorio Estatal sobre la Convivencia escolar, en el que intervenga la comunidad educativa, que estuvo vigente durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero y luego su actividad quedó suspendida. De hecho, el Ministerio de Educación ya ha anunciado al sindicato su intención de reactivarlo y cuenta ya con un borrador de decreto en el que se recogen las funciones de las que dispondrá. Mientras los centros educativos aplican fórmulas que han ido surgiendo en los últimos años para combatir esta lacra imparable.
Así, según explica Iñaki Piñuel, doctor en Psicología y psicoterapeuta, desde 2005 muchos centros educativos pioneros en la prevención del bullying aplican en España el Programa AVE de Prevención del Acoso y la Violencia Escolar (www.acosoescolar.com). Ha acreditado reducir en más del 90 % la violencia escolar en los centros públicos y privados en los que se ha aplicado. El Programa AVE implica a los alumnos con el desarrollo de un Protocolo de Buen Trato que ellos definen en cada clase con la ayuda de un facilitador entrenado y con el que se comprometen como individuos y como grupo, firmándolo junto al director del centro escolar. Ese compromiso convierte al grupo en el primer garante y defensor de la posible víctima.
«Solamente cuando revertimos el mimetismo grupal a favor de la víctima se pueden resolver con éxito los problemas de acoso. El programa AVE incorpora además la obligatoriedad de medir preventivamente los posibles casos, identificando de manera proactiva cada trimestre mediante un test las primeras manifestaciones del acoso escolar», explica.
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