Cada pediatra atiende a 15 menores maltratados

Los médicos de Primaria exigen una ley como la de violencia de género.

«Sabemos que hay niños maltratados que no llegan a las consultas», afirma con tristeza Narcisa Palomino, vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap). Estos médicos creen que las cifras están muy por debajo de la realidad de nuestro país. «Nosotros estimamos que uno de cada 100 niños vive alguna situación de maltrato. Cada pediatra atiende a unos mil menores, de los que entre 10 y 15 han sido maltratados», estima. Estos son los datos que manejan los especialistas porque, como denuncian, «no existe un registro nacional de estos casos y nos tenemos que guiar por las denuncias que recoge el Ministerio del Interior», añade Concha Sánchez Pina, presidenta de la asociación. La cartera que dirige Juan Ignacio Zoido cifra en 3.766 las denuncias de menores que han sufrido malos tratos, mientras que eleva a 3.919 los niños víctimas de delitos contra la libertad sexual. Advierten desde la Aepap que esta cifra es sólo «la punta del iceberg», puesto que solo salen a la luz entre el 10 y el 15 por ciento de los casos. Palomino denuncia que se trata de un fenómeno «invisible», del que la inmensa mayoría de casos no trascienden. «La violencia en la vida de los niños es habitual. Se da una situación de abuso y su autoestima se ve afectada. Estas situaciones no son más que un acto cobarde, ya que se aprovechan de la inocencia de los más pequeños», añade.

Por ello, esta asociación reclama una ley integral de violencia contra la infancia que, más allá de la de violencia de género, proteja a los menores de cualquier forma de violencia en el ámbito familiar y que contemple medidas de coordinación de todos los agentes implicados –médicos, profesores, policías, jueces...– y otorgue mayor formación a estos profesionales. «Tenemos protocolos y están bien escritos, pero hace falta formación» para que no se siga «desprotegiendo a la infancia», añadió la pediatra. Y es que ayer, con la muerte de la menor de Alcira, ya son ocho los niños muertos a manos de sus padres, como venganza hacia sus madres, una cifra que supera cualquier estadística previa. Por eso consideran que «el cambio normativo de 2015 que les convierte en víctimas directas de violencia de género no está mejorando la situación, por lo menos no lo estamos notando en las consultas», determina la vicepresidenta.

A la hora de detectar un posible caso de maltrato, desde la asociación explican sus síntomas. «Pueden padecer consecuencias psicológicas como depresión, síntomas físicos como dolores de cabeza, trastorno del sueño o pérdida de control del esfínter, así como trastornos de la conducta y disminución del rendimiento escolar».