Ciencias naturales
El parto de un continente
Científicos australianos y alemanes acaban de revelar los mecanismos internos del ciclo vital de los supercontinentes originales que dieron lugar a la actual configuración de la corteza
Científicos australianos y alemanes acaban de revelar los mecanismos internos del ciclo vital de los supercontinentes originales que dieron lugar a la actual configuración de la corteza
La evolución de la Tierra es un continuo flujo de idas y venidas. De encuentros y desencuentros. En cada instante se está produciendo un movimiento de acercamiento entre dos continentes o de separación entre otros dos. Lo que antaño fue una masa unida hoy son regiones rocosas distantes. Lo que hoy está separado por kilómetros de mar mañana será una sola tierra.
Científicos del observatorio geológico EarthByte de Australia y del Centro de Investigaciones de Geociencias de Alemania acaban de revelar los mecanismos internos del ciclo vital de los supercontinentes originales que dieron lugar a la actual configuración de la corteza.
Gracias al uso de datos sísmicos globales y de complejos modelos informáticos, el equipo ha sido capaz de dibujar el proceso continental en dos fases. En una primera el terreno continental empieza a sufrir una tensión centrífuga generada por el surgimiento de cordilleras de material caliente y dentado sobre la superficie. Es como si una protuberancia tensara la fina capa de una hoja de papel de fumar. Después de millones de años de tensión, en una segunda fase el supercontinente se divide en dos partes que comienzan a flotar en direcciones opuestas, separándose lentamente mientras entre ambas piezas aflora el embrión de un océano creciente.Hasta ahora, existían ciertas lagunas en la explicación de este fenómeno. Sabemos que las placas tectónicas se separan muy lentamente unas de otras porque, no en vano, flotan sobre un manto viscoso y espeso. Sin embargo, la historia geológica del planeta nos demuestra que, en ocasiones, los continentes han sido capaces de distanciarse unos de otros a mayor velocidad. El proceso físico ahora descubierto explica por qué. Imaginemos que tratamos de romper una bola de masa de pizza espesa y sólida. Al principio nos costará trabajo separar dos partes. Pero, según separamos las manos y el centro de la masa se hace más fina, llegaremos a un punto de no retorno en el que la masa se romperá y, además, lo hará muy deprisa.
Lo mismo ocurre con las dos porciones de un supercontiente una vez la conexión entre ellas se ha debilitado.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos han tenido que analizar miles de kilómetros de perfiles sísmicos en busca de áreas donde los continentes se han visto violentamente tensados. Es como buscar las cicatrices del estiramiento fatal que condujo, en su día, a la ruptura de los dos bloques continentales. De hecho, la cicatriz de este proceso es realmente grave. La ruptura continental no es, precisamente, amistosa. Se producen grandes fragmentaciones en los márgenes, se dispersan cantidades ingentes de material caliente y aumenta el volcanismo en las zonas de corte. En suma, el proceso acaba con grandes cantidades de material roto emitido hacia el mar.
El intercambio de material y de temperaturas entre el mar y la tierra en los bordes de ruptura juega un papel fundamental en el clima del planeta. Los ciclos bioquímicos del carbono y la ida y venida de nutrientes dependen de este momento dramático. No sólo eso, sino que quizás la configuración de las grande reservas de combustibles como el gas natural o el petróleo también dependa de la cataclismática separación de los continentes.
✕
Accede a tu cuenta para comentar