Astronomía
El «plan Aldrin» para pisar Marte en 2039
El astronauta que viajó a la Luna propone «naves cíclicas» que viajarían constantemente de la Tierra a Marte sin detenerse en ninguno de los dos planetas
El ingeniero y astronauta estadounidense Buzz Aldrin, el segundo ser humano que pisó la Luna en 1969, ha presentado en Pekín su plan para que el hombre llegue a Marte en 2039, desarrollado en los últimos tres años y para el que aún busca financiación y el visto bueno de alguna agencia espacial.
El coronel retirado Aldrin, de 87 años y ya desvinculado de la agencia espacial estadounidense NASA, mostró los detalles técnicos de un proyecto que promociona desde 2015 y presenta como principal novedad el uso de «naves cíclicas» que viajarían constantemente de la Tierra a Marte, sin detenerse en ninguno de los dos planetas.
«Nadie lo ha hecho hasta ahora, pero la posibilidad se estudia desde los años 50 y 60, y aún hoy creo que es la mejor manera», subrayó un entusiasta Aldrin en su charla, celebrada en el curso de la Conferencia Global de Exploración Espacial (GLEX 2017) y en la que participan directores de agencias de todo al mundo.
El proyecto, desarrollado por el Instituto Buzz Aldrin que el cosmonauta creó para tal fin, concibe la posibilidad de colonias permanentes en Marte hacia el año 2039, elegido por el astronauta porque se cumplirá entonces el 70 aniversario del viaje a la Luna que él, Neil Amstrong y Michael Collins lograron con el Apolo XI.
El plan de Aldrin es realizar progresivos acercamientos a Marte, viajando primero a asteroides cercanos, después a Phobos (la luna interior del Planeta Rojo) y finalmente a la superficie marciana, en un viaje que podría durar hasta una década, teniendo en cuenta las velocidades actuales de los vuelos espaciales.
Utilizando las «naves cíclicas», que establecerían una suerte de línea de transporte permanente entre la Tierra y Marte, podrían enviarse módulos de descenso, primero no tripulados y más tarde con humanos, antes de mediados de este siglo.
La NASA «en el pasado no se mostró interesada, y eso me desanimó», reconoció Aldrin en su conferencia, pero espera que en el futuro una alianza de las grandes agencias espaciales del mundo, como la norteamericana, la rusa, la china, la europea y la japonesa, pueda poner en marcha este ambicioso proyecto.
«¡Movamos el culo hacia Marte!», culminó el astronauta, formado en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts, al final de su conferencia, una de las primeras que en China plantea la posibilidad de explorar el Planeta Rojo con información técnica detallada.
El programa espacial chino, en los últimos años uno de los que cuenta con mayor financiación y lleva a cabo más vuelos tripulados, por ahora está centrado en la creación de una estación espacial permanente orbitando la Tierra y también en el envío de sondas lunares, aunque por ahora sin astronautas.
En todo caso, la agencia espacial china CNSA -dependiente del ejército- ya ha presentado un prototipo de vehículo de investigación para la exploración del suelo marciano, y se espera que envíe sus primeras naves al planeta «vecino» hacia 2020.
A finales del pasado año, el régimen comunista publicó un Libro Blanco sobre los objetivos espaciales de la potencia asiática en el que se admitió que las misiones a Marte son uno de los grandes objetivos a corto plazo, junto a la misión a la cara oculta de la Luna -un terreno hasta ahora inédito- que intentará en 2018.
Algunos expertos predicen que astronautas chinos podrían viajar a Marte entre 2040 y 2060, pero a corto plazo el objetivo de Pekín es el envío de vehículos de exploración para el estudio de la órbita marciana, además de la de Júpiter y los asteroides que se encuentran entre esos dos planetas. EFE
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