Paleontología
Una variación de la órbita terrestre «expulsó» a los humanos de África
El fenómeno causó un cambio climático que empujó a las poblaciones fuera del continente en cuatro oleadas
Un cambio climático motivado por la variación en la órbita terrestre motivó la salida de los humanos de África en cuatro oleadas, a partir de hace 125.000 años, según un estudio que publica la revista Nature y del que se hace eco la agencia Efe.
Científicos de la Universidad de Hawai (Estados Unidos) han elaborado un modelo numérico que cuantifica los efectos del clima y el cambio en el nivel del mar en los patrones de las migraciones humanas durante decenas de miles de años.
Su trabajo sugiere que una larga glaciación impulsó los movimientos hacia Asia y Europa, a través de la península arábiga y la región del levante mediterráneo, debido a la caída de las temperaturas y el aumento de la humedad en el norte de África.
Las principales migraciones se produjeron durante cuatro periodos: hace entre 106.000 y 94.000 años, de 89.000 a 73.000 años, de 59.000 a 47.000 y de 45.000 a 29.000.
Los ancestros de los humanos modernos aprovecharon las etapas más húmedas de la era glacial para avanzar a través de lo que en la actualidad son desiertos en el norte de África, que en aquel momento tenían vegetación y permitían acometer largos desplazamientos sin que faltaran recursos.
Estudios previos ya habían propuesto que los cambios en el clima debido a variaciones orbitales del planeta durante el periodo Tarantiense (Pleistoceno Superior) habían influido en la expansión del Homo Sapiens desde África.
Los escasos datos paleoambientales en regiones africanas clave, así como la falta de precisión en las simulaciones climáticas y en la datación del registro fósil, habían obstaculizado sin embargo los avances en este campo.
La revista Nature subraya que el estudio liderado por Alex Timmermann sirve para documentar el papel esencial que juegan las variaciones climáticas a «escala orbital» en la distribución de las poblaciones.
Los cambios climáticos abruptos, con una escala de unos pocos milenios, han demostrado tener efectos regionales más limitados, según los investigadores.
Timmermann y su grupo han utilizado «el modelo más completo hasta ahora, que incluye datos sobre el clima, la vegetación y los movimientos humanos», afirma el investigador de la Universidad de Columbia (EE.UU.) Peter B. Demenocal en un artículo que acompaña al estudio en la revista científica.
«Hoy en día, los desiertos del Sahara y de Arabia forman una barrera efectiva contra la dispersión de la fauna africana. Pero, en el pasado, los cambios de orientación en el axis terrestre provocaron un clima monzónico y establecieron condiciones más húmedas, lo que permitió la migración hacia el exterior por caminos con vegetación», argumenta Demenocal.
EFE
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