Asuntos sociales

Duarte Falcó y Álvaro Ortega: «La gestación subrogada no es defender la vida, es mercantilismo»

Duarte Falcó y Álvaro Ortega: «La gestación subrogada no es defender la vida, es mercantilismo»
Duarte Falcó y Álvaro Ortega: «La gestación subrogada no es defender la vida, es mercantilismo»larazon

La fundación de jóvenes provida celebra este sábado su primer congreso internacional

Nacieron hace cuatro años, siendo cinco amigos, y hoy aglutinan a 10.000 personas entre voluntarios, suscritos y gente interesada. Álvaro Ortega y Duarte Falcó, de 22 años, estudiante de Derecho el primero y de Pedagogía el segundo, son el presidente y el vicepresidente respectivamente de la Fundación Más Vida. Ambos vieron que había un hueco en la concienciación «de jóvenes hacia jóvenes» en la causa provida. Los resultados han superado las expectativas. Hasta el punto de que la Fundación celebra este sábado su primer congreso internacional bajo el lema «Pedimos la palabra» –aquellos interesados pueden inscribirse en la web pedimoslapalabra.es–, que contará con varias ponencias de fuera de nuestras fronteras –como la activista Lia Mils, que participó en la Marcha por la Vida de Washington con 12 años– y que romperá el formato tradicional de estos encuentros, con intervenciones en un escenario y de no más de 20 minutos –al estilo de las TED talks–.

–Se dirigen a jóvenes para hablarles de cuestiones provida. ¿Se sienten como David luchando contra Goliath?

–Álvaro Ortega: es un gigante realmente. Hay mitos muy patentes. Lo vemos cuando vamos a colegios a dar charlas. Cuando fundamos Más Vida, miramos a nuestro entorno, y preguntábamos: «¿Sabes cuándo comienza la vida humana o cuándo se practica un aborto?». Incluso entre nuestros amigos –la mayoría a favor de la vida– había un desconocimiento increíble. Vimos la necesidad de formar a los jóvenes y concienciarles. Una vez que conocen la realidad, muchos despiertan de ese letargo.

–Duarte Falcó: Intentamos transmitir un mensaje muy positivo, abierto a todos. No sesgamos en función de ideas políticas ni religiosas. El hecho de que el mensaje se lance desde jóvenes hacia jóvenes hace que la gente esté más receptiva. En los colegios hemos pensado: «No nos van a hacer ni caso». Al ver que casi teníamos su edad, estaban dispuestos a escucharnos. El congreso se llama «Pedimos la palabra» por eso, porque los jóvenes, como futuro de la sociedad, podemos aportar mucho.

–Uno de los temas estrella del congreso será la gestación subrogada. ¿Es una técnica acorde a la defensa de la vida?

–Á. O.: No puede serlo cuando se explota el cuerpo de una mujer que, en la mayoría de los casos, se encuentra en estado de necesidad, en ocasiones en el tercer mundo, y que tiene que recurrir a eso porque no tiene medios. Se explota el cuerpo de la mujer y se reduce al niño a un objeto, formando parte de un contrato mercantil. No se puede permitir que se «alquile» a una madre y se «compre» a un niño. En la fecundación in vitro de estos embriones se escoge a los más aptos, otros se congelan, otros mueren por el camino... Estamos acabando con muchas vidas.

–D. F.: Hay oferta más que suficiente de niños en países pobres para ser adoptados. Sucede primero porque los vientres de alquiler son mucho más lucrativos que la adopción y porque en la adopción no se pueden pedir niños «a la carta».

–Á. O.: Los hijos son un regalo. No podemos legislar el capricho. Se olvidan del propio niño. Ya que salen personalidades pidiendo que se legisle, legislemos para que se facilite la adopción, no el mercantilismo.

–Han pedido varias veces la derogación de la actual ley del aborto. ¿Han tirado la toalla?

–Á. O.: Siempre vamos a abogar por una ley que defienda la vida del concebido. La ley de Gallardón era un paso insuficiente, pero importante, que iba en la línea de lo que debe ser la defensa de la vida. Creemos que llegará el momento en que la clase política se dé cuenta de la aberración que supone esta ley, como hoy recordamos la esclavitud.

–D. F.: Un ejemplo es EE UU. Fue de los primeros países en legalizarlo y hoy hay una mayoría de estadounidenses provida. En España también estamos a tiempo. Pero defendemos la vida y a la mujer embarazada independientemente de la ley.

–El autobús de HazteOír. ¿Se puede aprender algo de la polémica?

–Á. O.: Abogamos por la libertad de expresión. Pero era una oportunidad muy buena para haber hecho una campaña en positivo, que aunase a la sociedad. Sin embargo, ha creado una división tremenda. No creemos en estas provocaciones. Creas una reacción contraria.

–D. F.: A los provida se nos acusa de ser anticientíficos, pero es todo lo contrario: la ciencia está de nuestro lado. No se pueden negar verdades evidentes. Igual que ha surgido este debate, a nosotros nos han negado que un embrión está completamente formado a las 12 semanas.