Alimentación
España no ve necesario incluir el origen de la carne en las etiquetas
Europa pide sanciones ejemplares para los responsables del fraude equino
La dimensión que ha alcanzado el fraude de la carne de caballo comercializada como de vacuno mantiene en alerta a todos los países de la Unión Europea, lo que ha permitido detectar nuevos casos de fraude en Francia o en Hungría. Por ello, las reuniones de alto nivel se suceden en los últimos días.
Los ministros de Agricultura de la UE abordaron ayer de nuevo la crisis en Bruselas y, entre otras posibilidades, se barajó la inclusión del origen del producto en el etiquetado de los productos transformados. Esta propuesta francesa no fue bien acogida por España, que no lo considera necesario, informa Ep.
Al término del encuentro, el comisario de Salud y Consumo, Tonio Borg, pidió a todos los socios, incluida España, que impongan «sanciones estrictas». «Espero que esta experiencia convenza a los países para sancionar con más dureza, si no lo hacen ya, a los responsables, incluso con la suspensión de licencia», dijo. En España, Facua ha insistido en esta idea y calificó la situación de «preocupante».
El comisario volvió a lanzar un mensaje de tranquilidad e indicó que «no se trata de un problema de seguridad pública», sino de un caso de «fraude por razones lucrativas», al tiempo que razonó que el mercado único ha favorecido que el problema se extendiera por la UE, pero también ha permitido poner en marcha los mecanismos para actuar y detectar el fraude.
Sobre las propuestas, Borg añadió que las evaluarán antes de que acabe el año para establecer unas normas más «severas» en el etiquetado para ofrecer mayor transparencia al consumidor. El ministro de Agricultura irlandés, Simon Conveney, cuyo país ostenta este semestre la presidencia de la UE, apostó por «generalizar» las pruebas de ADN. «Se ha producido un fraude de escala masiva porque tenemos un mercado común y sólo cuando hemos hecho test modernos y nunca utilizados hasta ahora, como los de ADN, hemos visto el alcance», indicó.
Mientras tanto, se siguen conociendo nuevos casos. La sociedad Panzani, propiedad del grupo español Ebro, ha encontrado carne de caballo en varios latas de ravioli vendidas en Francia y fabricadas para su marca en régimen de licencia por la empresa número uno en Francia de platos preparados William Saurin. En Hungría, han sido localizadas trazas de carne de equino en una lasaña importada por la empresa luxemburguesa Tavola, que ya ha sido retirada. En Suiza, un laboratorio ha analizado 20 puestos callejeros de Kebab de nueve ciudades y ha constatado que en siete casos había pequeñas cantidades de carne de cerdo, hecho que ha conmocionado a la comunidad islámica en el país.
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