Vacunas
La variante más agresiva del enterovirus afecta ya a 60 niños en Cataluña
Los pediatras han detectado el subtipo A71 en las cuatro provincias. Puede producir encefalitis a los menores y no se descarta que el virus aparezca en otras comunidades
Los pediatras han detectado el subtipo A71 en las cuatro provincias. Puede producir encefalitis a los menores y no se descarta que el virus aparezca en otras comunidades
Los casos de enterovirus en menores diagnosticados en Cataluña ha ascendido a 60, tras la detección de 12 nuevos infectados, de los que 29 están hospitalizados con afectaciones neurológicas. Según ha informado el departamento de Salud, desde el pasado miércoles y hasta hoy el teléfono de atención sanitaria CatSalut Repon ha atendido a 330 personas para consultas respecto a los enterovirus.
De los 29 niños ingresados en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona por enterovirus, cuatro de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Todos ellos han sufrido romboencefalitis, que afecta a la parte del tronco cerebral encargada de funciones vitales como el habla o la deglución. La enfermedad por enterovirus no es nueva. Cada año, por estas fechas próximas al verano, la sufren muchos menores, pero no suele terminar en hospitalización, aunque está presente a lo largo de todo el año. Los casos que han aparecido en Cataluña son distintos porque del más de un centenar de variantes de este virus que circulan por todo el mundo existen dos que son especialmente agresivas: el D68 y el A71.
La primera, por el momento, sólo ha afectado a una niña y se detectó en febrero. La pequeña de tres años sufre tetraplejia a causa del virus y ahora permanece ingresada en el Institut Guttman de la Ciudad Condal, donde recibe neurorehabilitación. Como ha podido saber LA RAZÓN, la pequeña «está bastante grave» y una vez la han conseguido estabilizar, han comenzado con la rehabilitación. Está conectada a un respirador y ayer mismo la Consejería de Salud aprobó que se le colocara un marcapasos diafragmático. En lo que se refiere a las posibilidades de que la menor pueda volver a caminar, desde esta institución son cautos: «No sabemos cuánto puede progresar, cada caso es único», remarcan.
La variante D68 «es la primera vez que se da en España», sostiene Ramón Cisterna, experto en Microbiología de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). «Hace dos años que se dio un brote importante en Estados Unidos y causó parálisis flácida en muchos menores». El jefe de Microbiología del Vall d’Hebron insistió en que «es un enterovirus emergente» y, por lo tanto, podrían darse más casos, aunque por el momento no existe constancia de ello. Y es que la enfermedad por enterovirus no es de declaración obligatoria, por lo que el Ministerio de Sanidad no tiene registros de casos. Como ha confirmado a este diario, lo único que existe es un sistema de vigilancia para los casos de parálisis flácida que está directamente ligada con la acción de esta variante del virus. Entre 2015 y los meses que llevamos de 2016 se han contabilizado cinco casos. Todos ellos han sufrido algún tipo de parálisis residual, es decir, una limitación del movimiento de la que se pueden recuperar o no. Así, ninguno de los casos que figuraban en este registro es de menores con tetraplejia o paraplejia.
Al margen del caso de esta pequeña y del niño que falleció en Tarragona con problemas de parálisis graves, pero en el que no se ha encontrado rastro del virus, el resto de niños tienen enterovirus de tipo A71, «una variante que se da sobre todo en Asia», explica Cisterna. «Es evidente que por el número de casos que se han registrado se puede hablar de brote y a medida que hemos visto que no dejaban de aumentar, los pediatras nos hemos puesto en alerta», explica Fernando Moraga-Llop, presidente de la Sociedad Catalana de Pediatría. Este experto no descarta que aparezcan más casos y «que se den no sólo en Cataluña, sino que se extienda en otras comunidades». La preocupación de los pediatras por este virus surgió a principios de abril tras comprobar que los cuadros de enterovirus que llegaban a muchas consultas eran más graves de los que tratan habitualmente. «Este tipo de problemas víricos los conocemos bien, pero nunca nos habíamos topado con casos de encefalitis», como los que han ido surgiendo.
El A71 es el responsable de una infección común entre los niños que acuden a las guarderías y que se conoce comúnmente como «boca-mano-pie», pero suele ser una enfermedad benigna. «Lo que ha ocurrido en esta ocasión con esta variante es que ha atacado al sistema nervioso central, por lo que no descartamos que pueda ser un subtipo más agresivo del virus o que los niños que han padecido estas complicaciones puedan haberlas sufrido por una base genética», expone Moraga-Llop.
Uno de los principales problemas a la hora de intentar acotar el brote es que «no hemos encontrado ninguna relación entre los casos. No hay nexos», afirma el presidente de la Sociedad Catalana de Pediatría. «Todo esto es una excepción». Y el problema es que tienen una alta variabilidad y éste puede ser el principal motivo de este nuevo brote.
Desde la Consejería de Sanidad de la Generalitat insisten a los padres en que no creen alarma, pero que se tomen las medidas de higiene adecuadas, por eso han recopilado una serie de recomendaciones, pero la principal es, sin duda, la higiene de las manos, porque el contacto, así como los estornudos son las principales vías de transmisión. «Las manos reflejan lo que somos», afirma Cisterna. Moraga-Llop da otro consejo: «Si un niño tiene fiebre y síntomas gastrointestinales no puede ir a la guardería».
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