Trabajo
Un estudio mide los efectos de la subida del nivel del mar
Un equipo de científicos del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK), en Alemania, proporciona un método para cuantificar las pérdidas monetarias de inundaciones costeras con el aumento del nivel del mar. Estos investigadores muestran que los costos de los daños se elevan constantemente a un ritmo más alto que el incremento del nivel del mar en sí, según informa Europa Press.
Los daños ocasionados por los fenómenos extremos como las inundaciones son aún más relevantes que el propio nivel medio del mar en lo que respecta a los costos de los impactos del clima para las regiones costeras. Sin embargo, mientras que ahora se entiende bastante bien cómo los niveles del mar se elevarán en el futuro, sólo se han hecho pequeños progresos en las estimaciones de cómo aumentará en las próximas décadas el perjuicio que implica a las ciudades en las costas.
«Cuando el nivel del mar aumenta, los costos de los daños se incrementan aún más rápido, según muestran nuestros análisis», explica Markus Boettle, autor principal del estudio publicado en la revista ‘Natural Hazards and the Earth System’. La subidad del nivel del mar como una de las principales consecuencias del cambio climático representa un riesgo para las regiones costeras: la crecida del nivel del mar regional provoca inundaciones costeras más frecuentes y más intensas.
«Al mismo tiempo, la gravedad de los impactos de las inundaciones no sólo está determinada por factores ambientales, sino también en gran medida por las decisiones humanas: las medidas de defensa contra inundaciones pueden contrarrestar el aumento de riesgo de inundación --subraya Boettle--. Nuestro estudio muestra que la complejidad del cambio climático, la adaptación y el daño de la inundación puede ser desenredado por funciones matemáticas sencillas y sorprendentes para proporcionar estimaciones de los costes medios anuales de la subida del nivel del mar durante un periodo de tiempo más largo».
A las diferencias entre el tipo y la función de las células, sino también a las fuerzas rígidas de resistencia que actúan sobre ellas cuando se mueven y se dividen.
El proyecto del equipo comenzó con un meta-análisis realizado por Charlotte R. Pfeifer, estudiante de Física en la Universidad de Pensilvania, que recopiló datos sobre las tasas de mutación somática de diferentes tipos de cáncer en varios órganos. Su trabajo encontró que los tumores que surgen en los tejidos rígidos, como el pulmón humano y el hueso, tendieron a mostrar tasas de mutación y variaciones cromosómicas de alrededor de 100 veces superiores a los de los tejidos blandos, como la médula y el cerebro.
«Básicamente, la hipótesis es que los tejidos más rígidos con su densa matriz y constricciones más pequeñas causan más deformación de núcleo que daños al núcleo», afirma Jerome Irianto, investigador postdoctoral en el laboratorio de Dennis E. Discher, director de las Ciencias Físicas en el Centro de Oncología en la Universidad de Pensilvania. Irianto y sus colegas presentarán su invetigación esta semana en la 60 Reunión Anual de la Sociedad Americana de Biofísica, que se celebra en Los Angeles, California, Estados Unidos.
Para examinar esto, los científicos tenían dos líneas celulares de cáncer -una derivada de tejido pulmonar y otra de hueso_ migrando a través de filtros de plástico delgados con poros de tres micrómetros que son de sólo alrededor de un quinto del diámetro de los núcleos. Cuando las células migraron y realizaron su camino a través de los poros durante un periodo de 24 horas, se deforman y se acumulan daños en el ADN; mientras que poros más grandes de 8 micrómetros no causan tal daño.
En otros experimentos, los investigadores expresaron en estas células las proteínas de reparación del ADN que, por lo general, se difunden en todo el ADN para buscar roturas. Luego, sacaron núcleos individuales por pequeños poros para imitar la migración y observaron lo que ocurrió mediante el etiquetado de las proteínas de reparación con proteína verde fluorescente.
«Imagínese modelar el ADN como hilos en una pequeña bola de algodón que está metida en una pequeña paja transparente. El aire que hace al algodón esponjoso se exprime --describe Irianto--. Creemos que esta compactación reduce la porosidad y limita severamente la movilidad de las proteínas para seguir por el ADN». Esta constricción nuclear --con déficits locales en los factores de reparación del ADN-- reduciría la tasa de reparación y, por lo tanto, aumentaría las tasas de mutación.
Europa Press
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