Reencuentro de los padres de Diana

Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel volvieron al juzgado por la custodia de la hija menor

Ya han pasado más de dos meses desde que la joven madrileña Diana Quer desapareciera de su casa de veraneo de Sa Pobra del Caramiñal, en Galicia. Mientras la investigación sigue evaluando diferentes líneas de trabajo, los padres de la desaparecida han vuelto a encontrarse tras más de dos meses sin verse. En esta ocasión no ha sido para conocer novedades sobre el caso de su hija mayor, sino para abordar el problema de la custodia de su hija pequeña, Valeria.

Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel acudieron ayer al juzgado de Pozuelo de Alarcón para declarar. Según relata «La Voz de Galicia», la jueza que tutela el proceso citó primero a Valeria para seguir avanzando en su trabajo. Junto a ella estaba su madre, con la que llegó a la sede judicial. También hizo acto de presencia el padre, en compañía de su hermano, aunque al salir del edificio ninguno quiso hacer declaraciones, consideran que al ser un tema que afecta a una menor de edad, deben respetar su intimidad y no comentar el proceso. No obstante, la lucha por la custodia de la pequeña de los Quer se inició pocos días después de que desapareciera la mayor. El padre solicitó al juzgado de Ribeira que le otorgaran la custodia a él, por entender que Valeria estaría mejor con su padre que con su madre. Desde ese momento, las acusaciones mutuas, por parte de los dos padres, no han dejado de sucederse, aunque ahora en el juzgado de Madrid al que la magistrada de Ribeira derivó el caso.

En paralelo con este proceso, el equipo de la Guardia Civil que lleva el caso de la desaparición de la hija mayor sigue revisando cada uno de los pasos que pudo dar la joven la noche del 22 de agosto, así como analizando el comportamiento de su entorno. Una de las personas que más interés ha suscitado por parte de la Guardia Civil es el ex novio de Diana quien, tras la ruptura, pudo haberla mandado mensajes amenazantes durante todo el año. Ella respondería a algunas de estas amenazas. No obstante, lo que más llama la atención a los investigadores del Instituto Armado es que el joven borrara todos estos mensajes meses después. No es la primera vez que el ex novio se coloca en el punto de mira de la Guardia Civil, ya que su nombre ya había salido en un primer momento de la investigación, cuando decidieron recabar información sobre el círculo cercano de la joven en Madrid.

En lo que se refiere a la hipótesis, los agentes que trabajan en el caso no descartan ninguna, aunque cada vez cobra más peso la posibilidad de que Diana no se fuera por voluntad propia, una hipótesis que sí que cobró fuerza en el inicio de la investigación.