¿Qué es Alexa y por qué debería importarte?

El asistente de voz creado por Amazon está comenzando a invadir todos los dispositivos inteligentes. Algo que puede facilitar nuestra vida. O complicarla más aún.

Si hay una estrella que ha brillado en el reciente Consumer Electronic Show (CES) de Las Vegas, sin duda se trata de Alexa, básicamente la Siri o Cortana de Amazon. Pero hay mucho más. Su importancia ya comienza a intuirse en su nombre, un homenaje a la biblioteca de Alejandría. Alexa es el mayordomo de la casa inteligente.

Y gran parte de su éxito reside en el eficiente lenguaje desarrollado por Amazon, el Android de los asistentes de voz y uno de los más fáciles con los cuales interactuar. Basta darle una orden o hacerle una pregunta, para que responda.

Escena 1

Llegamos a casa, las bolsas de la compra en la mano. Las luces están apagadas, no hay nadie que nos ayude. Si contamos con una puerta inteligente y sistemas domóticos, basta decir, “Alexa, abre la puerta”, “Alexa enciende las luces”, para que podamos entrar y depositar la compra.

Escena 2

Se acerca la noche de los Oscar. «Alexa, graba en la televisión la gala y recuérdame comprar bebidas mañana», «Alexa, busca quién presenta la ceremonia y pon una de sus películas». Así de sencillo. Igual que buscar bandas sonoras, controlar lo que falta en la nevera (si ésta es una de las más modernas) y recordar las preferencias de posibles invitados y enviarles un mensaje.

Escena 3

Ford ya ha implementado a Alexa en algunos de sus vehículos. Esto permitirá, por ejemplo, en caso de ver un accidente, simplemente decir: «Alexa, envía las coordenadas a la Guardia Civil». También será posible descargarse mapas, ubicar puntos de interés o un restaurante vegetariano cerca, todo con manos libres y sin quitar la atención de la carretera.

Lo bueno

Alexa permite controlar una cantidad cada vez mayor de dispositivos para el hogar. Samsung, Whirlpool y LG son algunas de las marcas que ya lanzan productos compatibles con este asistente de voz. Pero muchos de los que se encuentran en el catálogo de Amazon, también se suman a esta tendencia. En total, más de 300 productos que obedecen las casi 2.000 habilidades de Alexa. WeMu, por ejemplo, es un enchufe inteligente. Con sólo decirle, a través de Alexa, que se active o desactive, se pueden impedir accidentes o gastos indeseados. No se trata sólo de apagar las luces, subir persianas o poner música. Hay mucho más. Desde luego que Alexa se puede controlar desde el smartphone, mediante una app, pero ésta es más útil para programar las habilidades y prestaciones que queremos y conectar los diferentes dispositivos. Y luego hacer todo mediante la voz, ya que Alexa está escuchando todo el tiempo, todo lo que decimos: como por ejemplo poner la alarma y pedirle que nos despierte a las 8:00, con la voz de Alec Baldwin (o Missy Elliot entre otras opciones).

Otra ventaja es que, si bien tiene una importante conexión con todos los gadgets, con los desarrollados por Amazon, hay un vínculo sanguíneo, por así decirlo. No importa si dejamos un libro a medio leer en el Kindle, Alexa sabe dónde lo dejamos y, mientras estamos conduciendo, por ejemplo, le podemos pedir que nos siga leyendo la obra elegida.

Lo malo

Si bien se trata del mejor mayordomo que se ha desarrollado hasta la fecha, también tiene carencias. Por ejemplo, si estamos haciendo la lista de la compra no se le puede decir que agregue varias cosas que nos hemos olvidado. Hay que hacerlo de una en una. «Alexa agrega mantequilla a la lista de la compra» y luego «Alexa agrega leche a la lista de la compra». Tampoco se le puede pedir que encienda las luces del salón y las de la cocina al mismo tiempo. Hay que hacerlo por separado. Para resolver esto podemos programarla: en el área de Habilidades (Skills) de la aplicación, hay que crear un grupo Luces, para que Alexa sepa que cuando decimos Luces, nos referimos a las del salón y la cocina. Pero lo de las compras no tiene solución... y tampoco lo del idioma ya que, por ahora, Alexa sólo está disponible en inglés y alemán.

Otro problema es la seguridad y la privacidad. Al tener una casa conectada con decenas de dispositivos, nuestra vida privada está sujeta a cualquier intromisión y como muchos de los «gadgets» permiten realizar compras on-line, el riesgo de robo es muy real, ya sea que utilicen la cuenta bancaria para comprar productos, como que directamente roben la información.

Lo que le falta

Lógicamente, más idiomas. Eso sería lo primero para poder sacarle partido en España y toda Latinoamérica. También que las especificaciones de seguridad y privacidad sean más claras, para poder configurarlo fácilmente. Sería deseable que también tuviera algún tipo de reconocimiento facial, para que sepa quién está dándole la orden de realizar compras y que una niña no pueda encargar toda su carta a los Reyes Magos a través de Amazon, algo que sucedió recientemente. Sería deseable también que pudiéramos dictarle mensajes para que los envíe directamente a través de nuestro teléfono, sea por correo o sistemas de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram. Y, finalmente, si se trata de un sistema de Inteligencia Artificial, no es ilógico esperar de él que aprenda de nuestras costumbres (la hora a la que llegamos a casa, para encender la calefacción o las luces) o nuestros gustos (buscarnos libros gratuitos que sean similares a otros ya descargados o sugerirnos que nos estamos perdiendo un evento o un concierto en directo y hasta ofrecernos comprar las entradas si es que llega a nuestra ciudad.