Redes sociales
Juan Amodeo, del «me gusta» al «no hay billetes»
Amodeo13, como le conocen sus seguidores, ha pasado en dos años de subir vídeos a Facebook desde su habitación a llenar teatros en Sevilla, Barcelona o Valencia.
A través de sus vídeos en redes sociales, este joven sevillano se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas.
Internet ha revolucionado el mundo audiovisual y ha permitido que cualquier usuario pueda ser creador de contenido y llegar a millones de personas. Es el caso de Juan Amodeo, un joven sevillano que, a través de sus vídeos en redes sociales, se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas.
Amodeo13, como le conocen sus seguidores, ha pasado en dos años de subir vídeos a Facebook desde su habitación a llenar teatros en Sevilla, Barcelona o Valencia.
"Es el momento más dulce de mi vida", confiesa visiblemente emocionado, ya que desde pequeño su sueño ha sido la interpretación: "Yo siempre digo que Instagram es el primer paso, después afianzarme en los monólogos y dar el paso para actuar".
Por el momento, sus más 600.000 seguidores en redes sociales respaldan la primera meta de un humorista que subió su primer vídeo sin más intención que la de dar su opinión a sus amigos en Facebook de forma cómica sobre "un programa de Cuatro que se había metido con la cantante Melody y con los andaluces".
Aquel vídeo pronto se extendió más allá del círculo de sus contactos y alcanzó en pocos días el millón de reproducciones, por lo que Amodeo (Sevilla, 1993) decidió seguir subiendo contenido, primero con monólogos sobre temas de actualidad para después pasar a representar lo que narraba en esos soliloquios porque "es más fácil llegar a la gente si tú lo ves representado a que te lo cuenten".
En la actualidad, el repertorio de sus actuaciones ante la cámara es amplio, aunque admite que son los vídeos en los que parodia a su madre o situaciones cotidianas de estudiante los que más éxito tienen, porque su público es "joven, desde los 14 a los 30 años".
No obstante, explica que "aunque haga muchos vídeos de indignado, que es lo que a la gente le suele gustar más, al fin al cabo es mi público y le doy lo que quiere, disfruto más los vídeos en los que hay un humor más fino, más inteligente, que no sea tan claro".
Cuestionado por su faceta de actor, admite que no es un consumidor de comedia en el cine, pero que a la hora de interpretar le gusta y es donde se siente cómodo, y es partidario del humor sofisticado: "Prefiero una sonrisa a mil carcajadas, porque me hace sentir mucho más realizado".
Una de las claves de su éxito es la constancia, pues sube al menos un vídeo diario, algo que "al principio no era tan difícil porque tenía más ideas", pero que ahora se le hace más complicado por la "responsabilidad"que siente hacia sus seguidores.
Esta responsabilidad le ha llevado a dar un paso más hacia la profesionalización de su trabajo: "Ahora he hecho un equipo de amigos, que antes no tenía, con los que hago vídeos, los montamos, es más complicado pero a la vez más divertido".
Tras su éxito en la red, y después de recorrer docenas de bares y salas, le llegó la oportunidad de actuar en teatros, actuaciones entre las que destaca la del Teatro Quintero de Sevilla, experiencia en la que sintió "el calor la ciudad"y que califica como "un sueño cumplido".
El humorista sevillano rebosa desparpajo en el escenario, pero se muestra reservado en las distancias cortas. "Sí, soy muy tímido", admite, "lo paso fatal para pedir en un bar o cuando me piden fotos", pero afirma que "una cosa es Juan, que es tímido, y otra Amodeo13, que es el personaje que se sube al escenario, da el 100 % y le da igual todo".
Y es que para él "hacer reír es una cosa muy seria", un trabajo que espera "un montón de gente para pasar un buen rato". Eso, confiesa, es lo que más le motiva y le hace levantarse día a día, que "a la gente le guste y que esté esperando ese vídeo".
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