Trucos para «Pokémon Go»

Reza el adagio que «hecha la ley, hecha la trampa» y con la app más descargada de los últimos años ocurre lo mismo. Aquí van algunos consejos y hasta un dispositivo para los más fanáticos

Primero lo importante. Hay por todas partes en internet publicidades de bots (básicamente programas informáticos que simulan el comportamiento de un humano) que permiten hackear «Pokémon Go». Con ellos se puede caminar durante horas sin cansarse al ritmo que uno programe, trasladarse a otras latitudes instantáneamente y capturar miles (literalmente) de Pikachus sin cansarse. Pese a que Niantic, la empresa desarrolladora del juego, invierte en nuevos parches a diario para resolver esto, son más los bots que las soluciones. El problema es que si descubren al tramposo, la consecuencia es echarlo del juego. Lo que ya ha sucedio varias veces. Parte de la diversión de un juego es conseguir avanzar más y mejor, sirviéndose de todas las puertas que el juego permite, pero sin hacer trampas y un bot es, claramente, un embuste. Quien, pese a ello, quiera usar el engaño para cazarlos a todos, puede teclear «bot» y «Pokémon Go» y tendrá decenas de opciones.

Evolucionar, ésa es la clave

No importa si siempre obtenemos el mismo pokémon. Lo más importante en el juego es aumentar el nivel de nuestro personaje (el entrenador). A mayor nivel, mejores los pokémon que aparecerán frente a nosotros. Tendrán más puntos de combate y hit points (CP y HP, respectivamente) y podrán ir a gimnasios y ganar batallas sin necesidad de darles más poder. Para llegar a esto hay que recurrir a los pokémon más frecuentes que nos encontremos (depende mucho de la zona, para mí los más habituales son Rattata, Pidgey, Zubap y Ekans). Hacer que evolucionen cuesta muy poco, pero todos pagan 500 puntos de experiencia (XP). Es mucho, pero esto puede ser más con los Huevos de la Suerte, un recurso que permite duplicar los XP durante un lapso de 30 minutos. Así, si se elige realizar las evoluciones durante este período, la recompensa será el doble. Utilizar el Incienso (otro recurso del juego que atrae pokémons que no están cerca) junto a los Huevos de la Suerte, es un modo de maximizar la estrategia.

Paciencia

Cuando uno empieza un juego suele querer aprovechar todos los recursos. Gran error. Al mirar atrás siempre nos damos cuenta de que el inicio era muy fácil. Por eso es recomendable demorar el uso del Polvo Estelar al menos hasta llegar al nivel 15. Elevar el nivel de poder de los pokémons más básicos con Polvo Estelar (un recurso fácil de hallar, pero no infinito), es una pérdida de tiempo.

A vueltas con las vueltas

Hay una técnica de bola curva para cazar pokémons: consiste en girar la bola con el dedo hasta que emita estrellas y entonces lanzarla. Es cierto que esta técnica da más XP, pero también se necesita práctica y se pueden perder muchas pokeballs antes de adueñarse de la técnica. Dos adolescentes y un servidor hemos descubierto que si se han usado más de 15 pokeballs y no se domina el lanzamiento curvo, los XP extra ya no compensan.

Pikachu

Convengamos que no es el pokémon más hábil o el más fuerte, pero es el símbolo por antonomasia del juego (el Lennon de los Beatles, por decirlo de algún modo). Para tenerlo desde el principio el truco es sencillo: desobediencia. Al inicio del juego, hay que negarse a las sugerencias del profesor Willow y seguir buscando hasta que aparezca el trío formado por Charmander, Squirtle y Bulbasaur. La tentación de capturarlos puede ser grande, pero resistid cuatro veces seguidas. La quinta vez que aparezcan lo harán con Pikachu.

Una incubadora de ideas

Los huevos que se recolectan se abrirán gracias a la magia del desplazamiento: cuanto más caminemos, más se abrirán. Para esto hay varios trucos: desde atarlo a la mascota, unirlo a un dron, ponerlo en las ruedas de la bici y hacerlo girar en casa hasta asegurarlo al ventilador. Todos estos sistemas funcionan, pero hacen avanzar el cuentakilómetros muy lentamente (un kilómetro cada 20 minutos aproximadamente). Lo mejor es moverse con el teléfono. Pero no tiene que ser uno mismo quien lo haga.

En el gimnasio

Parte del entretenimiento de Pokémon Go es alcanzar el nivel suficiente para entrar en recintos de lucha y adueñarse de ellos. Pero para ello hay que alcanzar niveles muy altos, pokémons muy hábiles y miles de XP. O no. Mal que le pese a muchos, cuando se ataca en un gimnasio y se logra reducir los puntos de éste a cero, el gimnasio se vuelve neutral. Esto dura unos segundos, hasta que el líder del gimnasio logra introducir a otro pokémon sano. Hay que aprovechar esos instantes para hacerse con el control del recinto y reclamarlo.

Adiós a las armas

Dentro del juego, el armamento más valorado son las «pokeballs». Aunque al inicio son abundantes, luego no lo son. Pero, ¿qué ocurriría si fueran de uso ilimitado? Eso es lo que se preguntaron en GamerReality y la respuesta fue crear la Trainer Ball, una pokeball «real» que, gracias a sus sensores, acelerómetro, giroscopio y conexión con el smartphone, es detectada por el juego como una «pokeball». Se puede lanzar y simular un lanzamiento. La cámara del móvil capta la trayectoria y, si es buena, captura al pokémon. La Bola oficial de entrenador, llegará (si finalmente Niantic acepta el trato) en diciembre por unos 30 euros. Además, también funciona como batería externa: permite cargar hasta tres veces el teléfono.