Enrique Ponce Martínez
Enrique Ponce: «Llevo coleta para torear, no para gobernar»
El domingo recibirá un homenaje en el Coliseo romano de Nimes, una corrida mixta junto a Hermoso de Mendoza. Suerte, maestro.
Enrique Ponce celebra sus 25 años de alternativa como matador de toros. Empezó con nueve años y mucha ilusión, algo que aún conserva pero que ya piensa en ir cortándose la coleta. Este domingo 24 de mayo le hacen un gran homenaje en el Coliseo romano de Nimes, será una corrida mixta entre el torero valenciano y Pablo Hermoso de Mendoza. Adelanta que piensa comercializar un aceite con su nombre y que podremos estar informados de todas sus cuitas gracias a las redes sociales y a su nueva web. Ponce es un hombre que mira directamente a los ojos, los suyos son de un verde reposado que resaltan en un rostro tostado por el albero y en un cuerpo embutido en un traje de corte perfecto. La conversación es pausada, detenida, tranquila, casi se degusta, aunque le pregunte por Podemos o hablemos de cuernos. El maestro no se altera, al revés, sonríe y templa, como en sus buenas tardes de éxitos. El domingo le espera una cita importante. Y mientras, se lo toma con calma.
–Acaba de presentar su web. ¿Enrique Ponce es un torero virtual?
–Yo estoy activo totalmente en las redes sociales, con el equipo que me lleva la web, porque yo soy el que facilita la información, las fotos y mi agenda. Igual que evoluciono como torero evoluciono en los medios porque si no estás en el mundo virtual no existes.
–¿Lo hace para acercar el mundo del toro?
–Mucha gente se acercará, pero a los antitaurinos será imposible captarlos porque no hay por donde entrarles, tienen la mente cerrada y no ven más allá del «pobre animalito» sin darse cuenta que ese animalito existe gracias a las corridas de toros.
–¿Le han hecho pintadas contra los toros como a los que llevan abrigos de piel?
–No, nunca. Llegar a esos extremos es propio de gente que no está bien de la cabeza. Yo llevo un abrigo de piel y me lo grafitean con una pintada y es para hincharlos a «guantás».
–¿Cuánto le queda en activo?
–No mucho, porque llevo veinticinco años como matador de toros y hay que empezar a pensar en qué pasará. Date cuenta de que empecé a la edad de nueve años.
–¿Qué le entra cuando ve a sus hijas con una muletilla?
–Es divertido porque no pienso que vaya a ir a mas y no quiero que la cojan. Ahora me divierten porque son muy chicas y cogen la muleta y me dicen; «Mira, papá, se torea así». No me gustaría verlas delante de un toro, lo digo egoístamente y eso que me encanta mi profesión y es mi vida, pero si las viera estaría asustado y con más miedo que si fuera yo el que estuviera delante del toro en el ruedo.
–¿Ahora entiende a su mujer?
–Claro, y si saliera una que quisiera ser torera, es lo que le faltaría a la pobre, bastante tiene conmigo. Dios quiera que no salga ninguna torera.
–¿Han pensado en adoptar un niño?
–No, estamos encantados con las dos niñas. Tienen una salud fantástica, son unas crías encantadoras y maravillosas.
–¿Cuántos tatuajes tiene en el cuerpo?
–Pues unas ocho cornadas. Yo no necesito tatuarme, ya llevo mis cicatrices marcadas que forman parte del toreo.
–¿No les cansa ser la pareja perfecta?
–A unos les gustamos y a otros no. No pretendo gustarle a todo el mundo. Somos conscientes de ser personajes públicos, pero es que Paloma está perfecta siempre. Procuramos ir correctos, no vas a ir hecho unos zorros, pero lo hacemos con naturalidad.
–¿Paloma nunca se pone chancletas y una camiseta de «Carnicerías Pepe», por ejemplo?
–Sí, claro, y va en bata, y desnuda también. Es que ella es así, no va de ninguna manera, es súper natural en la calle, en casa y durmiendo. Si Dios le ha dado esa elegancia y esa clase, pues bienvenido, y a mí me enamoró así. Nosotros no somos una pareja perfecta, somos normales como mucha gente.
–¿Dónde vota?
–Estoy empadronado en Madrid y es donde votaré.
–Usted también lleva coleta. ¿Qué le parece Podemos?
–Sí, pero llevo coleta para torear, no para gobernar. No me gusta lo que dicen y, además, se han declarado antitaurinos y, nada más que por eso, qué quieres que te diga.
–¿Teme más a los cuernos de los toros o a los de su mujer?
–Mi mujer, gracias a Dios, no tiene cuernos. Al que hay que temerle es al toro, el toro es el que si puede te mata.
–¿Ha conseguido la meta de los toreros porque usted debe tener una flota de Mercedes y fincas?
–Eso es un tópico, yo tengo que el coche que necesito para viajar en temporada que tiene que ser bueno porque me juego también la vida en la carretera, y otro para el campo. Luego tengo la finca, que es una inversión y tengo un olivar.
–¿Probaremos el aceite Enrique Ponce?
–Espero que sí y que no sea dentro de mucho tiempo. Tengo el proyecto de elaborar un aceite con mi nombre. De momento, el que producimos es para nuestro consumo pero tengo intención de poder comercializarlo en un futuro. Ya varemos.
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