Toros
El Pana no podrá volver a caminar
La peor noticia es que Rodolfo Rodríguez “El Pana” no haya muerto el domingo pasado en el ruedo de la plaza de Ciudad Lerdo, como él mismo había deseado, y en vez de este desenlace, la de una muerte gloriosa para un torero, le hayan diagnosticado una despiadada tetraplejia.
La peor noticia es que Rodolfo Rodríguez “El Pana” no haya muerto el domingo pasado en el ruedo de la plaza de Ciudad Lerdo, como él mismo había deseado, y en vez de este desenlace, la de una muerte gloriosa para un torero, le hayan diagnosticado una despiadada tetraplejia. Así que El Brujo de Apizaco no volverá a caminar. Por desgracia.
Este lamentable hecho se confirmó ayer durante la conferencia de prensa realizada en el Sanatorio Español de Torreón, donde el médico Jorge Mario Galván dio detalles de la operación que le practicaron anoche para reparar la segunda vértebra cervical que estaba fracturada.
El fuerte golpe sufrido por el veterano torero tlaxcalteca, que afirma haber nacido el 2 de febrero de 1952, aunque se sabe que tiene tres años más (por lo menos unos 67), no fue suficiente para terminar con su vida. El toro “Pan Francés”, de la ganadería de Guanamé, se lo encontró cerca de las tablas y no le infirió ninguna cornada, sólo le propinó este violento encontronazo del que El Pana cayó de muy mala manera, machacándose las vértebras del cuello.
Ya en su primer toro de este festejo mixto, en el que compartía cartel con el novillero Jesús Sotomayor, El Pana había sido volteado feamente y quizá su estado físico no era el óptimo para haber continuado la lidia. A pesar de ello, en ese intento de dar una verónica al tercero de la tarde, Rodolfo se topó con un destino que nunca imaginó: quedar paralítico.
Marina, la hermana del torero, llegó a Torreón el lunes a mediodía, y al día siguiente otro de sus hermanos, quienes dejaron transcurrir las 72 horas de rigor para tomar una decisión, pues a las pocas horas del percance los médicos temían por su vida y no le daban muchas posibilidades de sobrevivir a tan grave lesión que se asemeja la que en su día sufrieron Julio Robles o Nimeño.
Además de la operación de la segunda vértebra, a Rodolfo se le hará una traqueotomía para que pueda respirar por sí mismo, ya que no presenta ningún daño cerebral, y también le practicarán una gastrostomía a fin de que pueda ser alimentado. Posteriormente, y dependiendo de cómo evolucione su estado de salud, existe el plan de trasladarlo a otro hospital, posiblemente a uno del estado de Tlaxcala, según ha ofrecido el gobernador Mariano González Zarur, a la sazón ganadero de lidia y apoderado de toreros en su día.
Ahora habrá que esperar el resultado de esta intervención, y ver qué dice El Pana, que seguramente sufrirá un gran dolor al saber que aquel toro de Guanamé no acabó con su vida y en cambio lo dejó postrado en una silla de ruedas para el resto de su azarosa vida.
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