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Un decreto necesario

La Razón
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Los estamentos del fútbol no podían esperar más. Habían solicitado al Gobierno la aprobación de un real decreto-ley que regulara los derechos de televisión en el fútbol español. Ellos, por su cuenta, no eran capaces de sentarse en una mesa y pidieron ayuda para solucionar un problema caótico, que les habría llevado, de no haber salido el decreto esta semana, a un futuro incierto para la Liga, cuya imagen internacional estaba siendo amenazada por el empuje de la Premier y la Bundesliga.

Era por tanto necesario ordenar el mapa en un contexto donde la distribución fuera lo más justa posible y donde el fútbol ejerciera como líder de los demás deportes y pusiera una vez más su solidaridad. Nunca el fútbol profesional tuvo tanto cariño y afecto por parte de los deportistas. El pasado fin de semana fue un hervidero en redes sociales de nuestros campeones, que mandan en el mundo, en deportes emergentes. Carolina Marín, Ona Carbonell, Nico García Hemme, Joel González... Miles de deportistas, que enviaron su agradecimiento al CSD para dar las gracias por un decreto que les va a proporcionar una protección social jamás soñada en España.

Los jugadores de Segunda B, aquellos a los que no alumbran los focos ni salen en las portadas, y el fútbol femenino celebran igualmente un decreto histórico que va a proporcionarles el pago de sus cuotas a la Seguridad Social durante su trayectoria deportiva. El CSD se ha volcado con el fútbol modesto. Recibimos a menudo denuncias de chicos jóvenes, que, al llegar a los 30 años, ven cómo sus clubes no les han dado de alta en la Seguridad Social, viendo a veces casos dramáticos, inauditos, de vidas rotas, por no haber contado con la suficiente ayuda.

A partir de ahora, todo este fútbol hermoso alejado del glamour tendrá su recompensa. Unos derechos sociales inimaginables en este país se harán realidad. Y agradezco desde aquí el afecto brindado en las últimas horas por ese perfil de futbolista que aprecia y valora el decreto.

Los futbolistas de fuste son los grandes beneficiados. En el apartado salarial y en ver cómo imágenes del pasado de encierros exigiendo sus derechos pasan a mejor vida.

Los clubes de Segunda duplican sus ingresos con este nuevo método de venta centralizada. El Málaga, por ejemplo, puede aspirar, tras el decreto, a poder retener a Amrabat. El Real Betis puede soñar con negociar la continuidad de Dani Ceballos, un futbolista interesante de nueva ola, y, en definitiva, los clubes son ahora mucho más competitivos.

Se abre un nuevo ciclo. Un periodo histórico, una refundación del fútbol profesional español que puede ya mostrarse al mundo en el escaparate de forma seria y solvente. La reducción de la deuda con Hacienda durante el mandato de este Gobierno es ponderada por el ciudadano, en una atmósfera donde no se tolera ya que el fútbol goce de privilegios.

Un mensaje negativo al exterior, es dañino para comercializar los derechos. Por tanto, a quienes tienen la responsabilidad de poner en valor nuestra Liga, mucha atención. Reflexión, pausa y sentido común deben imperar. Inteligencia emocional, sí. Altura de miras, siempre.

*Presidente del CSD